"De todos los laberintos se sale por arriba" decía leopoldo marechal.
Quizás el pensamiento lateral sea la única respuesta a todos los problemas de la vida, preguntarse si realmente tenemos siempre las opciones que se nos presentan o acaso hay una nueva opción que pueda ser creada solamente por y para nosotros.
"Nuestra" opción, la que ingeniamos cuando estamos en apuros para salir de ellos. Creo que con el tiempo perdí bastante la capacidad de pensar linealmente, siempre trato de rebuscarme algo propio, una opción nueva y no veo las cosas mas evidentes mientras busco las que yacen escondidas al ojo no entrenado, siempre me encuentro buscando algo mas que SÉ que tiene que estar ahí.
Prefiero fracasar a mi manera que triunfar con soluciones ajenas, por algun motivo el sabor amargo del fracaso permanence incluso en esas victorias y la sensación de haber ganado en mis peores derrotas es intoxicante. Ser uno mismo no tiene precio.
Éste fin de semana tuve dos increíbles oportunidades de sentarme a charlar, mate y cigarrillo de por medio, con dos hermosos seres humanos conflictuados, uno con su carrera y otro con su situación amorosa.
Ambas charlas me deleitaron al extremo ya que me hicieron girar todos los engranajes neuronales habidos y por haber en busca de palabras correctas, ejemplos certeros e ideas positivas que pudieran ayudarnos a ambos a clarificar el panorama, ver los cursos a seguir y la manera de pararse frente a sus situaciones que de alguna forma también me hicieron reflexionar sobre situaciones personales y mis posturas.
La experiencia humana puede ser tan gratificante en ocasiones, dos seres humanos, un montón de ideas y millones de inquietudes. Es electrizante, motivador y por sobre todo humanizante (valga la redundancia).
Pero de ambas charlas hubo algo que me llamó muchísimo la atención y es el hecho de como solemos enfrentar los problemas como si fueran algo ajeno que nada tiene que ver con nosotros y nuestro deber es simplemente solucionarlos de manera externa.
Los problemas "están ahí" y nosotros tenemos que "hacer algo" con ellos para resolverlos, como si no fueran parte de nostros mismos.
Partamos de la base de que los "problemas" son problemas para uno, no para todos. Que no funcione el colectivo que nos tenemos que tomar es un problema nuestro, no del que tiene auto o moto o viaja en tren u otro bondi.
Si no podemos hacer que el colectivo funcione tenemos que buscar una solución alternativa a "Esperar" pero la base del problema no es: "El colectivo no funciona" si no: "Yo tengo que tomar ESE colectivo."
"El colectivo no funciona" es una situación circunstancial, es algo que puede variar depende el día, la hora y millones de factores externos muy lejos de nuestro control.
"Yo tengo que tomar ese colectivo" es una situación fija, es lo que necesito en éste momento para llegar a mi destino, por ende es necesario encontrar una forma alternativa de viajar para solucionar el problema.
Espero que se venga entendiendo hasta ahora, hay que saber reconocer cual es el problema real para poder enfrentarlo, sabiendo que son algo personal no externo. Lo que no nos afecta, jamás puede ser problemático para nuestra persona.
"Se murió juan perez." si no es familiar, amigo, conocido o nuestra vida depende en un 0.001% de su persona entonces no hay problema.
"Mi problema es que ésa mina no me da bola." no, tu problema es que QUERÉS que te dé bola y las dos vías de resolución de ese conflicto son:
-Que te dé bola. (Finalizando el conflicto.)
-Perder el interés en que te dé bola. (Finalizando el conflicto.)
Si agotás todas las formas de generarle interés y te rechaza no es culpa suya y tampoco tuya, no hay culpas ni dedos que apuntar. ES LO QUE HAY, no todo en la vida tiene un culpable hay cosas que simplemente suceden.
Plan B, solución dos, perdé el interés y si no podés no te creas que es un problema sin solución, simplemente te negás a solucionarlo lo cual es aceptable siempre y cuando lo tengas claro.
En fin, invito a reflexionar sobre la forma en que nos paramos ante los conflictos en la vida, invito a finalizar ésta manía de exteriorizar todo y no hacernos cargo de nuestra cuota de responsabilidad en lo que nos involucra. Es precisamente por que estamos vivos que experimentamos cosas, somos los protagonistas de nuestras vidas y si no nos responsabilizamos pronto vamos a convertirnos en personajes secundarios o espectadores viendo como "Nuestros problemas" se llevan el oscar a mejor actor porque nosotros estabamos muy preocupados apuntando dedos y quejandonos.
Nuevamente, carpe diem, carpe momentum.
Paciencia, esuferzo y madurez.
M.C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario