miércoles, 23 de septiembre de 2015

Piel nueva, el cuadro completo y nacimiento.

A pesar de no haber salido éste fin de semana debido a la gripe debo confesar que fué bastante productivo en materia de avances personales.
Me encontraba una vez mas en una especie de panic attack permanente, cuestionando muchas cosas, todo el tiempo al borde de la tristeza emocional innecesaria, del bajón depre y la histeria total.
Normalmente me trato de frenar en esos casos pero se me hizo mas difícil de lo previsto, siempre me pasa lo mismo, empiezo a mirar los errores y las carencias hasta que siento que nada vale la pena y me encierro en la autocompasión y la miseria.
Pero el lunes, mientras me estaba tatuando, literalmente "atrapado" en mi dolor, pensando todo lo que pasé los últimos tres días sin otro culpable mas que mi mismo, repasando frases como "Me siento encerrado, necesito salir, de todos lados, hasta de mi piel." me di cuenta de algo muy simple.
Es muy fácil verle las virtudes a los demás y verse las fallas a uno, es muy fácil pensar en alguien que vive en un lugar hermoso, con su pareja, con auto y mil posibilidades de hacer lo que desea y olvidarse de que abandonó una carrera universitaria y no tiene trabajo. Ignorar que hace años vive de un proyecto de pareja y no es una vida que yo desearía bajo ningún concepto. Es fácil pensar en alguien que se mudó solo y ahora tiene muchas libertades y olvidarse de que el 90% de su tiempo no lo pasa en su casa y lo usa para trabajar y sustentar las deudas que lo tapan al mismo tiempo que a gatas se aferra a un intento de vida personal entre la cantidad de responsabilidades que lo reclaman.
Es muy fácil también envidiar a alguien que lo tiene todo y sin embargo no sabe hacerse un huevo frito y no puede mostrar la cara en mas de veinte lugares porque o debe plata o lo quieren cagar a trompadas.
También es fácil concentrarse en todos los fracasos de uno mismo e ignorar la cantidad de triunfos, esos triunfos cotidianos que pasan desapercibidos porque para nosotros son lo normal, hace poco escribía sobre el vaso medio vacío y los lobos, las formas opcionales de ver la vida y encararla y de eso se trata ésto. Hoy hablaba con alguien que se fue a tatuar el mismo día que yo y pagó mas del doble por algo mucho mas simple, no desprecio su arte porque de hecho me encantó su tatuaje! pero el motivo de la diferencia de precio es que la persona que lo tatuó ni lo conoce ni le importa, simplemente está haciendo su trabajo a cambio de una remuneración y la persona que me tatuó a mí es alguien que me recibe a la mañana una hora antes de tatuarme para tomar mate y charlar un rato porque me enfoqué en entablar una suerte de amistad con él y a mi manera lo logré. Porque sé como hacer amigos y es uno de esos triunfos de la vida que se me pasan por alto cuando miro mis derrotas.
Pero para no irme tanto de tema, mientras estaba acostado sufriendo un rato, no sólo caí en ésta gran verdad, sino que me dí cuenta que tampoco sirve ver las cosas por la mitad. Las cosas SON lo que son, lo que fueron y lo que serán. El dolor en mi espalda no estaba hace dos horas ni tampoco va a estar dentro de dos, pero si miro el pasado: NO HAY DOLOR y entonces el dolor actual parece injusto. Si miro el presente: HAY DOLOR y entonces el pasado se vuelve extrañable. Si miro el futuro: NO HAY DOLOR y entonces el presente se vuelve esperanzador y de alguna manera justo.
Porque si solo miramos una parte de la realidad, es fácil perderse y engañarse, si miramos el cuadro completo todo parece encajar. Pero para eso hay que tomar distancia del momento y eso incluye todos los sentimientos y pensamientos que nacen de forma espontánea.

Dos meses atrás, le mandé una foto de mi segundo tatuaje a chiara bautista (la dibujante mexicana de la cual ya llevo dos de sus dibujos en mi piel) porque sube siempre las fotos de la gente que se tatua su arte al facebook. Como nene caprichoso me pasé dos meses lloriqueando de que seguía subiendo fotos de otros y no la mía, se la debo haber mandado mínimo seis veces y el lunes, cuando volví a casa y publiqué la foto del tattoo nuevo, una amiga me manda el link de mi segundo tattoo publicado por chiara en su facebook hace semanas con mas de ciento veinte "me gusta" y pidiendo que etiquete al tatuador. Me morí de la emoción, lo etiqueté a mi tatuador y le mandé la foto de mi tercer tatuaje y me contestó agradeciendome lo cual terminó por matarme y me dejó en un estado de paz inmenso.
Fué muy fácil engancharme en que "no me daba bola" la persona que más quería que me preste atención y sin embargo no solo ya se había fijado en mí, sino que me estaba pidiendo algo y yo ni siquiera estaba siendo consciente del hecho.
Creo que deja un saldo bastante claro de que somos capaces de perdernos lo que mas queremos en la vida por estar mirando la realidad alternativa que pasa en nuestra cabeza en lugar de la que está ahí afuera.
Hay que mirar el cuadro completo o no hay que mirar nada, porque enredarse en medio-verdades y cuasi hechos nos distorsiona lo que pasa de verdad.

Otro hecho importante en la agenda es que mientras estaba acostado en la camilla, a mi hermana la estaban internando a mil ochocientos kilómetros de distancia para tener a su bebé que nació a las cinco de la tarde del lunes.
Es surreal la idea de ser tío a tanta distancia, de saber que no voy a conocer a mi sobrina hasta como los seis meses cuando pueda tomarme vacaciones para compartir un tiempo con ella y sin embargo me siento tan contento, hoy no hice otra cosa en todo el día que mostrarle a la gente las pocas fotos que tengo de mi sobrina recién nacida y recibir las felicitaciones de todos con un asombro constante ante la palabra "tío".
Soy tío, legítimo y sanguíneo de una personita que a partir de ahora anda por ahí en el mundo.
Por un lado lo siento super fuerte y por el otro estoy medio anestesiado por la distancia pero acá es donde vuelve mi pequeña epifanía sobre ver el cuado entero.
Si lo pienso ahora que no la veo es horrible, si lo pienso hace nueve meses cuando me enteré de su existencia se siente mucho mejor saber que ya nació y si lo pienso a futuro cuando la tenga en brazos, cuando sea su primer cumpleaños y el segundo y el tercero me muero de ansiedad y felicidad y ganas de llenarla de besos por todas partes.
Creo que hasta ahora mi vida es un cuadro con dos imágenes, el presente y el pasado. Todos mis años de terapia fueron sobre las cosas que pasaron y las que pasaban, mi lema de cabecera es que no planeo a futuro porque no tengo idea de lo que va a pasar dentro de cinco segundos, menos en diez años. Sinceramente la mayor desesperanza que siento es cuando miro hacia adelante, la idea de "futuro" siempre me trajo a la cabeza la idea de "la muerte" como si fuera lo único que está adelante, todo lo que hay al final de las cosas es precisamente EL FINAL. Todo termina, todo muere, pero nunca se me había ocurrido que lo que nace tiene que hacerlo en algún punto y si nace dentro de diez minutos o diez años está naciendo en el futuro, adelante también hay esperanza, alegría y el final no siempre es negativo. Lo malo también termina y eso es bueno.
Siempre le tuve miedo al futuro, a lo que viene, a los cambios, a lo que me hace sentir inseguro o ignorante, es fácil enamorarse del pasado porque lo conocemos bien, es mas fácil todavía enamorarse del presente porque es todo lo que tenemos pero enamorarse del futuro es casi imposible, es un desconocido lleno de promesas sin ninguna certeza y siempre puede traer peores cosas de las que tenemos o tuvimos.
Pero también puede ser motor de esperanzas y sueños nuevos, ayer leía un episodio de uno de mis mangas favoritos y el personaje principal decía: "Mi padre me enseñó a hablar del mañana para tener un motivo por el cual atravesar el presente." No creo en las casualidades y haber leído esa frase en éste momento de crisis me ayuda un montón a romperme la cabeza contra la realidad. Siempre creí que me estaba escapando del pasado y en realidad creo ahora que estoy esquivando al futuro.
Porque siempre voy para atrás.
Porque siempre recuerdo cosas.
Porque siempre me aferro a lo que tengo.
Porque nunca voy para adelante.
Porque nunca quiero pensar en lo que viene.
Porque nunca imagino lo que podría ser.
Porque siempre que pienso a futuro pienso lo peor.
Porque siempre que recuerdo el pasado lo añoro como si hubiera sido lo mejor.
y la realidad dicta que mi pasado fué bastante digno de ser olvidado o recordado solamente para no repetirlo y mi presente tampoco es una joya para atesorar por siempre.
En los tiempos de crisis es donde mas se crece y sinceramente desde que mi hermana quedo embarazada lucho con ésta contradicción de querer mirar un poquito lo que viene con ansias de que llegue y el miedo de que no se concrete o algo salga mal.
Al principio no quería emocionarme por miedo a que perdiera el embarazo o algo horrible y me siento una lacra por pensar esas cosas pero no podía evitarlo y no puedo ser otra cosa que completamente sincero conmigo mismo.
Hasta que no nació ayer no podía caer completamente en la idea de ser tío y ahora no puedo pensar en nada malo, la sola idea de que a mi sobrina le pase algo me hace retorcer el corazón.
Es la primera vez en la vida que me siento así, con ganas de ir adelante, de ver lo que puede traer el futuro, un paso a la vez.
Es la primera vez que tengo ganas de sentirme esperanzado y no fatalista y triste.
Es la primera vez que tengo miedo a lo que puede pasar y en lugar de quedarme firme en mi terreno quiero salir corriendo y arriesgarme.
Me acuerdo de un pensamiento que tenía de chico cuando veía las películas de héroes que se volvían mártires salvando a todos a costa de su vida: "Que se mueran todos, prefiero vivir otro día en soledad con la miseria de saber que no salvé a nadie a terminar con mi vida así como así." y a su vez me daba pánico la idea de que algún día mi vida se iba a terminar igual y era peor morirse solo y triste que acompañado y feliz.
Es re pelotudo pensarlo así porque nadie tiene que sacrificarse por nadie y no somos heroes ni nada por el estilo pero la base del pensamiento es lo que importa: "No hay chance de jugármela por un futuro mejor a costa de perder un presente mediocre."
No animarse a avanzar por miedo a perder.
No animarse a arriesgar por un cambio.
No querer llegar nunca al final ni por las buenas ni por las malas a pesar de que la vida te empuja igual.

Parece que ésto es sobre lo que tengo que trabajar de ahora en mas. De poder abarcar un poquito mas, pensar un poco mas a futuro, planificar un poco mas, dejar de vivir tanto en el pasado y en el presente aislados de un futuro porque si no hay plan, entonces toda la energía que gasto es para mantener algo que no va a cambiar nunca por mucho que avance y ¿Cuál es el punto de que todo permanezca inmóvil si ni siquiera me gusta como está? ¿Acaso el miedo al cambio es mas fuerte que el terror de lo estático? ¿Sólo porque cambiar requiere un esfuerzo mas grande que permanecer igual?
Hay que animarse a mas y salir de la zona de confort. El pasado puede ser añorable y el presente hermoso si el futuro es una mierda y así es como vengo viviendo. Pensando que lo que está adelante es un final terrible y perturbador.
Me siento un imbécil por no haber visto ésto antes pero cada quien tiene sus tiempos para ver las cosas. Haber puesto tanto énfasis en destruir toda idea de futuro solo produjo una adicción al presente y un amor por el pasado que no son para nada productivos.
Debería recordar el pasado con justicia y entender mi presente con sinceridad lo que nos dejaría con una promesa de futuro bastante interesante, casi como si valiera mucho la pena jugarsela por él.
En fin, termino ésto entre lágrimas y risas antes de que me explote el cerebro.



Adieu!







M.C.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Todo con todo y divagando por doquier

Tres de la mañana y estoy escuchando los episodios sinfónicos de cerati, una hora de maravilla. Me causa gracia recordar que los escuché por última vez con vos, sos un capricho hermoso, mi cuerpo ya se olvidó de vos, mis sentimientos nunca fueron tuyos pero mi mente por algún motivo sigue volviendo una y otra vez a esos días y me pide que te traiga de vuelta llorando en vano porque no vas a volver nunca y así estamos bien o mejor dicho, YO estoy bien.
No fuiste nada, desde el principio no ibas a ser nada y durante tampoco lo fuiste, una excusa temporal para matar el rato en éxtasis. Yo lo tuve claro siempre, vos no y eso te lastimó. Pero no me arrepiento, también disfrute de tu dolor, a mi manera, fueron muchas emociones juntas y ese regalo que me diste se queda conmigo para siempre. Es un poco retorcido pero es como me gusta. Variedad.
Últimamente relaciono todo con todo y vuelven a mí recuerdos de personas que no quiero en mi vida pero al formar parte de mi pasado siempre van a estar ahí, lo que me deja pensando: ¿Cuánto realmente se van aquellos que dejamos ir? ¿Qué diferencia a los que dejamos de los que nos dejan? ¿Existe diferencia alguna?
Ciertamente compartimos experiencias que nos unieron, algunos mas, otros menos pero fueron una parte de nosotros por un instante. Así como miramos atrás y hacemos un balance de lo mucho o poco que cambiamos es inevitable hacer un recuento de todos los que dejamos o nos dejaron en el camino y lo mucho que aprendimos o enseñamos, lo mucho que extrañamos o lo poco que recordamos.
A su vez miramos al rededor y nos preguntamos cúantos de los que están ahora van a estar mañana y cuántos nuevos vendrán.
Creo que cuando recordamos mucho el pasado o nos empeñamos demasiado en él, es porque estamos temerosos de avanzar. Sabemos inconcientemente que estamos al borde de un cambio y se nos vienen todas esas experiencias similares donde las cosas cambiaron como suerte de presagio o recordatorio para ser precavidos.
Después de aceptar que mi soledad fué un mecanismo de defensa para enfrentar las cosas que sufrí de infante, volver a militar, pensar seriamente sobre mis estudios, estar al borde de ser tío, empezar a entender lo que uno vale como persona, sentirse confiado de si mismo, estoy convencido de que cada día que pasa me acerca mas a un cambio del que no hay vuelta atrás y quizás sea eso lo que me tiene tan contemplativo, tan inquieto, tan ansioso y en un constante recordar y recorrer mi vida entera.
El pasado es atractivo porque nos podemos reír de todo a la suficiente distancia, mientras mas distanciados estamos es mas fácil recordar con alegría que con tristeza, además no hay nada mas perfecto que la imaginación. Uno imagina las cosas a futuro pero a veces también imagina un poco el pasado, se vuelve borrosa la linea de lo que fué con lo que podría haber sido y termina siendo un poco de los dos. "Memoria selectiva" podríamos decirle.

Divago un poco porque sinceramente ni yo estoy seguro de lo que realmente quiero decir, ni siquiera sé si quiero establecer un punto. Me parece que estoy escribiendo mas para descontracturar un poco que para enviar algún mensaje o plantear alguna duda.
Ésta semana fué muy extraña y el fin de semana parece mantener la línea, me pregunto en que va a concluir, debo confesar que estoy poniendo mis espectativas en dos hechos puntuales de los que no quiero hablar para no quemarlos pero no puedo evitar comerme un poco la cabeza con una mezcla de ansiedad y espectativa.
Quizás lo mejor sale cuando uno no planea pero haciendo un juego de palabras, cuando te tirás de cabeza tenés que planear un poco para aterrizar a donde te gustaría llegar.
Éstos últimos días me siento muy confiado de mí mismo, no en un brote de confianza hipomaníaca donde siento que me como el mundo, una suerte de "confío en mí y por eso sé que todo va a estar bien." Me creo capaz de manejar cualquier situación con la cabeza fresca y el corazón en su lugar.
Eso también es un cambio, un cambio radical de mi estado normal dubitativo y espectánte, temeroso y pasivo.
Puede que crecer signifique dejar de esperar y salir a buscar o simplemente enfrentar sin confrontar, lidiar sin destruir y construir sin garantías.
Una suerte de exponerse al mundo tal cual es, aceptarse mutuamente y dejarse llevar casi tanto como pretendemos llevar nosotros.
Es posible que no tenga mucho sentido leer ésto si no se encuentra uno en un estado similar, vivir solo cuesta vida y parece que la única regla es que hay que vivir para entender.
Hay gente que vive mucho en muy poco tiempo y gente que vive muy poco en mucho tiempo, supongo que depende de cómo enfrentamos la vida y cuánto aprendemos de ella.
Me gusta pensar que de todo lo que viví, aprendí lo suficiente como para no repetir ciertos errores y solucionar muchas cosas en cuanto llegan. La mejor forma de ser fuerte, es pretender ser débil, dicen por ahí y también que para lidiar con toda la mierda que nos rodea lo mas eficaz es no considerarse demasiado especial.
No es lo mismo un sorete en un mar de mierda que un diamante, creo que uno sufre mas cuando se tiene en alta estima y no creo que la solución sea tener el autoestima baja, si no tratar de no agrandarse mas de la cuenta.
Somos un ser humano, en un mundo con siete billones, no somos mas que nadie y tampoco menos, nadie puede lo que nosotros podemos y a su vez no podemos hacer lo que hacen otros siete billones.
Ni muy grande ni muy chico, ni muy especial ni especialmente menos.
No sé que mas agregar asi que por ahora voy a dejarlo ahí y retirarme a dormir.
Que mañana nos espera un día lleno de incógnitas, arrancando con certezas y terminando con promesas.



Adieu!


M.C.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Aprender del enojo.

Éste finde de semana aprendí una lección valiosa: Enojarse es un reacción, permanecer enojado es una elección.
Podrá costar horrores dejar a un costado el enojo, el odio y aceptar las cosas como son o proponiendo construir algo nuevo a futuro pero si no lo hacemos estamos optando por permanecer enojados y eso es una decisión de la cual nos tenemos que hacer cargo.
Ya sea porque es mas fácil, porque no queremos renunciar al odio, porque se siente injusto y queremos alguna suerte de justicia ya sea real o poética pero elegimos engancharnos y rondar alrededor de todo eso que no nos facilita la vida ni nos da soluciones de ningún tipo.
Hace una semana escribí una bilbia contra una persona y la amplié hacia un grupo en conjunto y no me arrepiento de ninguna palabra porque es lo que sentía en ese momento, agradezco haberlo escrito porque muestra un antes y un después de tomar una decisión madura, adulta y acercarme a hablar con cada uno de ellos.
Poder estar cara a cara con una persona, decirle todo lo que te pasa, como te hizo sentir y escuchar de su lado lo que siente, sus explicaciones y sus motivos es algo de lo que pocas veces nos damos el lujo. Sin embargo lo recomiendo altamente, sacar todos los trapitos al sol, escucharse, matarse y después construir para adelante porque lo que pasó no lo cambia nada, entender los motivos solo nos habilita la posibilidad de dejarlo atrás y avanzar o cortarlo de raíz ahí sin posiblidad de futuro pero tampoco enganchado en el pasado.
Me pasé una noche entera peleando con las ganas de festejar entre un grupo de gente con la que alguna vez compartí muchísimo y ponerme a pelear por todas las cosas horribles que sentía adentro mío que necesitaba decir. Pero decidí no ir al choque y tomarme el tiempo para charlar, escuchar, decir, liberar todo lo que había que liberar y después sintiendo que ya no había mas que decir me permití festejar de verdad. Un mimo al alma.

Se le puede mentir al mundo pero no se puede mentir a uno mismo, hace un tiempo también escribí sobre mis propios engaños para alejarme del resto, para separarme y sentirme diferente como mecanismo de defensa por todo el daño sufrido en la infancia. Cuando dejé de militar en la organización de la cual formaba parte lo hice convencido de que no quería estar mas ahí y no cambió un ápice mi decisión, pero sí quería formar parte de un nuevo espacio que todos teníamos en la cabeza la idea de formar. Con todos los contratiempos y malentendidos que sucedieron, en una eufória iracunda dije que no pensaba formar parte y tuvo mucho que ver con un ego lastimado pero agachando un poco la cabeza con humildad tengo que reconocer que siempre quise formar parte desde el inicio y esas ganas no se fueron a ningún lado. Somos humanos y al igual que cualquier otro animal cuando nos lastiman, desconfiamos y preferimos morder primero antes de que nos vuelvan a herir, no tengo mas explicación que esa. Pero anoche volví a casa, volví a estar con mi familia, esos que me miran a la cara y me dicen que formo parte de todo cuando ni siquiera estuve presente en una reunión, esos que me dicen "no rompás las pelotas y volvé, me importa un carajo lo que haya pasado con nadie, volvé porque te lo pido yo", esos que me hacen sentir que pertenezco y esos con los que quiero pertenecer.
No soy de pedir disculpas por las cosas que digo, si ofenden o lastiman a alguien es parte del proceso de crecimiento que tenemos que enfrentar a diario, pero si alguien se siente ofendido siempre puede tocar a mi puerta y hablaremos lo que haya que hablar hasta que no queden dudas de nada, estoy acá, igual de presente y con la mayor madurez que me permite mi mentalidad evolucionando constantemente.
¿Qué sigue ahora? Supongo que despacio, de a poco, incorporarme como me lo permita el tiempo a lo que haya que hacer, a donde se necesiten manos que puedan hacer el trabajo disponible y pies que puedan recorrer las distancias necesarias, usar los conocimientos que tengo para generar lo que se requiera y ofrecer lo que pueda permitirme dar.

"Todo pasa por una razón, causa y consecuencia, a veces desconocemos las causas pero enfrentamos las consecuencias." Desconozco si las cosas "tenían" que haber sido así pero así es como lo fueron y me dispongo a aprender porque mas no puedo hacer. Me toca mejorar, día a día porque siempre fue mi forma de vivir, aprender de todo y avanzar. Hoy es ésto, mañana veremos.
Rescato sinceramente dos hechos y son los siguientes:

1) Cuando tenés el corazón en un lugar, por mucho que pelees por alejarte, terminás volviendo.
Insistiré mil veces en que no creo que militando voy a liberar la patria, que soy un poco egoísta y antes que madrugar prefiero decir "no" a cualquier cosa por mas importante que sea, que soy cabeza dura y me cuesta lidiar con la rosca y algunas personas. Pero también diré que la diferencia entre una familia que hoy come y una que no, un niño que hoy hace su tarea y uno que no, un ser humano que se siente querido y uno que no, un grupo de personas que hacen sociales y uno que de sus sociales trata de cambiar algo, prefiero estar del lado que le dice NO a la indiferencia y sentir que aporto aunque sea un granito de arena en un desierto. Porque al menos, cuando lo mire, voy a pensar que en algún lugar de ese desierto, hay un granito de arena con mi esfuerzo, así como el aviador miraba el cielo estrellado y se preguntaba si en algún lugar de las estrellas, en un asteroide perdido el cordero se comió a la flor. Todo cambia cuando lo hacemos un poco más nuestro.

2) No hay soluciones mágicas, existe el sacrificio, no hacer nada es sacrificarse a la suerte.
Ya sea una pelea con un ser querido, cobrar el sueldo o encontrar el amor de tu vida, requiere de que levantes el culo de la silla, dejes de hablar y le pongas el cuero. Si no ponés tu cuerpo en la linea de fuego nunca vas a sentir nada y las recompensas se las llevan los que arriesgan, el que juega a la segura solo gana mas tiempo para gastarlo en una vida larga y vacía.
A veces hay que arriesgarse a que todo termine mal por esa pequeña posibilidad de que termine bien, hay que cumplir un horario de trabajo para poder comprarse lo que uno quiere, hay que conocer y dejarse conocer para enamorarse y si no estás dispuesto a exponerte, encerrado en tu burbuja, vas a ver el mundo nublado por tu propio aliento, siempre esperando que te llegue algo de afuera que te ignora porque de alguna manera vos lo estás ignorando también.

Creo sinceramente que reconocer los errores propios es la clave mas importante para el crecimiento y reconozco haberme equivocado mucho en la manera de actuar, por miedo, por conceptos erróneos y principalmente por no querer realizar un esfuerzo, pensando que es mas fácil no hacer nada y quejarse, que arriesgarse y ganar ante la posibilidad de perder.
Lo dije en el texto anterior, la forma en la que elegimos ver la vida es la que termina por definirla y estoy cansado de caminar siempre por el lado negativo de las cosas, no quiero ser feliz para siempre, eso no existe. Quiero ser feliz cuando tenga que ser feliz y en el medio sentir que no desperdicio mi aliento en una vida vacía y mediocre, ser ordinario no es ser mediocre, querer ser enorme y no reconocerse chico, eso es mediocre.
A partir de ahora trataré no sólo de mantener un equilibrio 50% - 50% sino también de ocupar mi tiempo en actividades que me hagan crecer como persona y me enseñen a vivir mejor, para que atravesar éste camino de vida que elegí, tan placentero como doloroso, sea digno de ser recordado por mí, cuando al final de mis días mire para atrás.

No tengo mucho mas para expresar por ahora, sentía la necesidad de aclararme y despejarme con un poco de escritura, el medio mas sano que tengo y en el que soy mas habilidoso, para poder irme a cenar con algo más adentro mío que hambre. Un poco mas lleno, un poco mas seguro, un poco mas contento y por sobre todo decidido, ahora sí, me retiro. (No por mucho igual, esperemos subir la frecuencia de escritura.)


Abrazo enorme y adiós!




M.C.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Los lobos y el vaso.

Hay dos historias (si podemos llamarlas así) que creo, todos conocemos. Nos las cuentan de chicos, las escuchamos mil veces de grandes y las resignificamos infinitas veces a lo largo de nuestras vidas.
Primero está el vaso, el mágico vaso que está por la mitad y podemos elegir verlo medio lleno o medio vacío, representando la mirada optimista o pesimista sobre una misma realidad.
Después están los lobos, la famosa guerra entre dos lobos en el interior del hombre, uno representando todo lo negativo y otro todo lo positivo y gana aquel al que mas alimentemos. Una vez mas representando el optimismo contra el pesimismo y haciendo una sugerencia de que mientras mas lo alimentamos mas crece y mas predominante se vuelve ante cualquier aparición de su opuesto.

Hoy creo encontrarme en un punto de mi vida donde éstas dos historias se vuelven mas lúcidas que nunca, siento que llevo años enfrentando la vida en dos carriles completamente opuestos, avanzando lleno de miedo, dudas y una sensación de que nada vale la pena, donde me abruma la depresión y no hay terapia y psicofármacos que me alcancen para poder realizar las acciones mas minúsculas de mi cotidiano o avanzando lleno de esperanza, alegría y certezas con una sensación de que nada puede salir mal y donde me abruma la felicidad sin necesidad de nada mas que lo que me rodea para seguir dándome impulso y cumplir con todas mis metas por mas sacrificio que sea necesario realizar.
Hay veces donde realmente me siento solo, deprimido, triste, sin ganas, sin fuerzas, donde no importa lo que me digan solo quiero dejar todo atrás y morir, me cuesta incluso levantarme de la cama, me acuesto llorando o gritando y pataleando hasta el cansancio, no le encuentro sentido a nada y todo me supera, estoy enojado y nada me llena. Lo único que conozco en esos momentos es la desesperación total y un vacío existencial como pocas veces enfrentamos, es frío y lleno de miedo, es odioso y asusta tanto que duele, mas que cualquier dolor físico que alguna vez haya sufrido.
Pero también hay veces donde realmente me siento acompañado, fuerte, afortunado y con ganas de emprender vuelo hacia donde sea, lleno de amor para dar, con una sonrisa que no me la borra nada ni nadie, duermo como un bebé, me despierto ansioso de todo lo que puede llegar a pasar y no pensando en que momento se termina todo. Quiero crear, generar, dar y ver hasta donde se puede llegar con tanta energía, no le tengo miedo a nada y la palabra imposible no existe mas que como una definición de diccionario inútil porque puedo todo.

Yo sé que todo ésto es mental, pero se reproduce en el cuerpo y el entorno como una enfermedad, en los malos días la gente me rehuye casi tanto como yo a ella, no logro nada bueno, tengo miedo todo el tiempo de todo, estoy cansado, casi agotado como si no hubiera dormido en una semana, me enfermo realmente, me pasan mil cosas en el cuerpo de las que no puedo dejar de estar pendiente, sin ir mas lejos tengo una hernia hiatal que me mata de acidez coma o no coma y cuando estoy bien, ni siquiera me acuerdo de que existe. Puedo comerme una vaca llena de picante y no me entero de nada, cero repercución a diferencia de cuando estoy mal y fumar un solo cigarrillo me da náuseas.
En mis buenos días la gente me sonríe, me tratan bien, no temo ni pienso en nada negativo, estoy lleno de energía y no recuerdo si tengo o no problemas de columna, acidez o de ningún tipo, corro dos cuadras con un pucho en la boca y recupero el aliento como un campeón. Hablo con todos y no me repregunto nada, avanzo sin mirar atrás y sin temor a lo que está adelante con ansias de mas y me acuesto sin miedo a morirme ni no despertarme, duermo tranquilo, en paz.
El punto es que hay moméntos específicos en los cuales UNO ESTÁ MAL o ESTÁ BIEN y en esos momentos es fácil dejarse llevar completamente por como se siente, cuando acabás de conocer una mujer que te encanta, congenian, están viendo paso a paso como van las cosas, estás tan arriba del caballo que salís a cabalgar por todos los demás aspectos de tu vida con una energía que se lleva todo puesto y no hay mal que por bien no venga pero cuando tu mejor amigo de años se pelea con vos y tenés que enfrentar no volver a verlo cuando hace nueve años no pasaban mas de una semana sin hablarse, es fácil acordarse de todas las otras personas en tu vida con las que cortaste contácto por algún motivo, recordar los moméntos difíciles de la infancia hasta recordar los difuntos y llorar, deprimirse, porque ¿Qué sentido tiene todo?
El problema son los intermedios, en el auge de la canción o en su punto mas bajo, dejarse llevar es casi una cuestión de inercia pero cuando no hay suficiente ahí para que te empuje (para arriba o para abajo) ¿En dónde estamos? ¿A dónde vamos?
Las buenas noticias abundan en todas partes y las malas también, sin algo predominante que nos robe la atención, cuando la mente anda suelta por ahí ¿En qué se engancha?
Hace poco me di cuenta que normalmente me engancho con lo negativo, mucho. Cuando estoy aburrido, cuando tengo tiempo al pedo para pensar en cosas, quiero hablar con gente y no están conectados o muero por salir pero no es una hora donde me van a decir "si dale!" empiezo a dar vueltas en círculos para abajo, pensando en que no tengo a nadie como hace un tiempo tenía, en todos los que me cagaron, en todos los que se fueron, en todos los que me hubiera encantado que estuvieran y mil etcéteras, me deprimo con una facilidad enorme y me dejo llevar por eso tanto que después todo es negativo. Hasta que pasa algo que me la sube, me devuelve toda esa energía y cuando llego al punto mas alto si nada me sostiene me vengo abajo por completo hasta el fondo mas oscuro.
Tengo mil cosas por las que llorar, tengo mil cosas por las que deprimirme, tuve mucha gente de mierda alrededor y la sigo teniendo, tengo casi los mismos motivos que todos para vivir en depresión y capaz que mas también, pero ¿Lo vale?
No creo que ninguna manera de vivir sea "errónea", son todas personales, pero ¿Me sirve? ¿Me es útil vivir enganchado en tanta miseria? ¿Deprimirme siempre? ¿Negatividad por sobre todo TODO?
El tiempo que sufrí de hipomanía (googlealo, me da paja explicar) aprendí que era mucho mejor un gris, una linea recta, que un blanco y negro constante por mas hermoso que fuera el blanco. Aprendí que la estabilidad es algo agradable y que particularmente yo necesito tener mi mente ocupada casi al 100% para que no me pasen éstas cosas de engancharme demasiado en algo, porque genero una fijación morbosa que me destruye. Es bueno conocerse a uno mismo, yo sé que en éste momento me está pasando, de hecho escribo ésto como una suerte de "elegí un camino" vivir deprimido o vivir viendo las cosas de forma mas optimista. Lo estoy escribiendo porque hace semanas que me broto de alergia, me duele la panza, me mata la acidez, duermo como el orto y no puedo dejar de lado mi fijación con lo negativo al punto donde TODO es un problema o TODO me molesta o TODO me duele o TODO me altera.

Acá es donde vuelven las dos historias que nos contaron toda la vida. Le dí tanto de comer a un lobo que se volvió enorme, ahora la mayor alegría no es nada comparada con la angustia que llevo adentro y si sigo dandole de comer, cada vez siento menos alegría, menos esperanza, menos placer y sufro mas, me angustio mas, me deprimo mas rápido.
Necesito darle de comer al otro lobo pero no para que sea enorme como éste y se lo coma por completo, no es sano tampoco ser feliz eternamente. No quiero 90% 10% quiero 50% 50%, un equilibrio de verdad, sanidad emocional, mental y física.
Porque la historia del vaso le da más sentido todavía a la de los lobos, hay una sola cosa que ocupa la mitad del vaso y no sabemos si lo llenaron por la mitad o lo vaciaron por la mitad, disfrutamos lo que queda o reclamamos lo que falta, pero si nos pasamos la vida reclamando lo que falta y en realidad no había nada ¿No habría que pasarse la vida agradeciendo lo que nos dieron? Por otro lado, sin el vaso no hay forma de medir mitad y mitad ¿El vaso no es en parte la otra mitad?
Si los dos lobos nacieron adentro nuestro ¿Puede realmente uno desaparecer al otro? ¿Acaso no pelean por poder? Podríamos ejercer un poco de socialismo espiritual y darles el mismo poder tomando turnos para ejercer su autoridad, a veces nos gana la depre, a veces nos gana la felicidad pero nunca es permanente. Sabemos que por cada lobo oscuro que nos marca el camino, atrás lo sigue un lobo blanco dispuesto a tomar las riendas en cuanto sea necesario.
Si, mi historia es mía y no se va a ir a ningún lado. Si, a veces es mas fácil acordarse de toda la mierda y ahogarse en un vaso de agua. Si, a veces es fácil preocuparse por todo lo que me pasa y no tener ganas de cambiar nada.
Pero si, a veces es fácil acordarse de todo lo bueno y sentir que podemos todo. Si, a veces es fácil no preocuparse por nada y esforzarse por cambiar las cosas.
Y si, no quiero apuntar a ser feliz, no quiero apuntar a estar bien siempre, quiero apuntar al equilibrio.
Quiero apuntar a no pasarme una semana destruido y otra juntando los pedazos para la próxima dármela contra todo sintiéndome invencible.
Quiero apuntar a estar entero todo el tiempo atravesando lo malo y lo bueno con la misma cara, porque todos hablan de ser héroes o villanos, nadie habla de ser un ciudadano ordinario y quizás eso sea lo mas difícil, porque los héroes tienen poderes y cosas que proteger, los villanos también tienen poderes y cosas que destruir pero la gente ordinaria tiene cosas que quiere proteger y cosas que quiere destruir sin ningún tipo de poder mas que su voluntad.
Superman puede volar y destruir edificios de un golpe y por eso no entiende nunca lo que significa para nosotros subirse a un avión y cruzar el cielo sintiendo como tu alma resona con la historia de miles que alguna vez soñaron con hacer eso y murieron en el intento, no entiende lo que es estar en el techo de un piso treinta sintiendo toneládas de esfuerzo que alguna vez fueron un plano y antes que eso una idea. Superman no entiende nada porque es un alien y acá para entender hay que sentir y para sentir hay que ser humano. (Todos los animales sienten pero estoy escribiendo sobre personas, no se ofendan lectores veggies).

No sé, estoy un poco cansado de luchar contra mí mismo, contra mi pesimismo y mi optimismo, que por algo terminan en "mismo" porque depende de cada uno darle significado.
Yo solo sé que quiero vivir mas tranquilo, sin tantos problemas o soluciones en mi cabeza, mi trabajo me enseña cada vez mas día a día a ser resolutivo y enfrentar las cosas como van llegando.
Antes me estresaba porque no sabía CUANTOS quilombos me iba a fumar en un día, ahora estoy relax y cuando llega un quilombo veo como lo enfrento y si no llega nunca ni me entero porque no lo estoy esperando, estoy a la espera de lo que llegue.
Si salgo a buscar algo, en el camino hago lo que me pinte con lo que va apareciendo y si eso significa que me desvío y nunca llego a donde quería, si eso significa que cambio de parecer y decido ir por otra cosa, que así sea, que las cosas empiecen como tengan que empezar y terminen como tengan que terminar, porque así siempre fue la vida y no lo decidí yo ni tampoco lo puedo cambiar, la clave de la supervivencia es la adaptación.
Adaptemos.
Equilibremos.
Vivamos.
No quiero mas extremos y son mi problema principal, necesito luchar para quedarme en el medio y no importa cuanto tenga que luchar, voy a dar la pelea necesaria porque estoy cansado de subirme al pony y cabalgar hasta terminar en el piso. Quiero ir a pié, a mi ritmo, sin tantas subidas y bajadas, las montañas rusas estaban buenas a los quince, quiero estabilidad, aunque todavía me falte para los treinta.
De a poco, despacio, llegaremos, sin irnos tanto, si me paso ayudenme a frenar, si me tardo, empújenme un poco, porque están ahí y yo los necesito, porque nos queremos y por eso se los agradezco.







Adieu!



M.C.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Aborto

Es muy difícil escribir sobre un tema tan “tabú” tratando de ser imparcial y manteniendo el juicio personal a un costado, pienso aventurarme en la tarea y dejar mis opiniones reservadas para el final, sin embargo no pretendo de ninguna manera que esto sea tomado como una ofensa para nadie ni como manuscrito para ir convirtiendo creyentes que compartan mis convicciones. Es un mero intento de un aficionado a la escritura de generar algún tipo de contenido un poco más variado que el que usualmente posteo en éste medio, con eso aclarado y fuera del camino, comienzo.

Soy de los que viven convencidos de que CUALQUIER tipo de práctica y/o costumbre que se realiza en una sociedad conlleva un aval o un peso dictado únicamente por los valores preestablecidos y la herencia cultural de dicha sociedad.
En nueva guinea, existe una tribu llamada “korowai” que desconoce la existencia de microbios, bacterias, etc. Y creen que cuando alguien muere “de forma misteriosa” es por arte de un espíritu llamado “khakhua” que se come el interior de sus víctimas y para vengar al muerto deben encontrar al “khakhua” que reside en el interior de uno de los aldeanos y devorarlo por completo. Matan tanto a sus hermanos como a sus hijos (las mujeres no pueden ser khakhua) y se los comen en un acto de canibalismo justificado por una creencia que existe desde que los korowai tienen memoria. Además practican el incesto indiscriminadamente entre cualquier tipo de vínculo consanguíneo.
Acá tenemos como ejemplo dos de los mayores tabúes del mundo moderno: “El canibalismo” y “El incesto” pero lo que para nosotros es un sacrilegio para otras culturas es su vida cotidiana y ambos somos seres humanos, la única cosa que nos separa es la definición de “Lo que es correcto” y lo que “No es correcto” que varía en cada cultura dependiendo de la historia que tenemos atrás y lo que hayamos aprendido de ella. Hace tan solo unos siglos atrás los hombres y mujeres negros no eran considerados siquiera seres humanos, eran algo diferente, algo estúpido, algo inútil, algo que solo podía ser usado por el hombre blanco como una herramienta, un esclavo, un juguete sexual, pero nunca jamás un igual. Hace no tantos siglos atrás, las mujeres no tenían ningún tipo de derecho y su mayor logro en la vida era casarse con un hombre de bien, darle hijos sanos y criarlos manteniendo la casa en perfecto orden y limpieza. Sin embargo, al mismo tiempo, en diferentes culturas las cosas eran completamente al revés, culturas donde las mujeres son sagradas o los negros adorados como dioses, etc. etc. Lo que remarca que los valores de una sociedad provienen de su herencia cultural y de la adaptación y aprendizaje de los nuevos eventos que enfrenta conforme avanza en el tiempo.
¿Acaso no hay millones de historias a lo largo y ancho del mundo de gente que pensaba que los homosexuales nunca iban a ser aceptados por ser moralmente incorrectos y rechazados por el mismísimo dios? ¿Y actualmente no hay culturas que los matan a golpes por el simple hecho de ser gays? ¿Qué prohíben la reproducción o el uso de material pornográfico homosexual? ¿Culturas que aprueban el matrimonio igualitario y la adopción entre padres del mismo sexo? Tantos y tantos otros etcéteras.

Partiendo de ésta base podemos deducir que cada individuo está “Moralmente” influenciado por una variedad de factores casi imposible de enumerar, la crianza familiar, su pasaje por el sistema educativo, su trabajo, los entornos que frecuenta, etc. También podemos deducir que no todos aceptan los valores sociales de la misma manera y hay quienes difieren por completo adoptando los valores de otras sociedades o culturas, adoptar una nueva religión por ejemplo es cambiar por completo la forma de vivir. Quien se haya convertido del cristianismo al islam o del islam al budismo deberá rever una cantidad de prácticas y creencias totalmente contradictorias a las que había aprendido hasta el momento.
Se preguntaran que tiene que ver todo esto con el aborto y precisamente mi punto es que el aborto no es nada del otro mundo, nada diferente del incesto, del canibalismo, de rezarle a cristo, a alá, a Odín, de venerar vacas o comerlas entre dos panes. Es una cuestión cultural, es una práctica que se realiza desde tiempos remotos, hay historias de aborto en el código de Hammurabi (1728 a.c.) y en las culturas peruanas precolombinas lo que significa que está presente en la historia de la humanidad desde hace tantos años que difícil es sostener una discusión sobre “Aborto sí” o “Aborto no” cuando claramente es algo que sucede. He aquí que los primeros en oponerse al aborto son aquellos practicantes de religiones que consideran al feto (incluso antes de que esté formado totalmente) como un ser humano con vida y alma propias. Planteando la discusión desde el eje “Asesinato sí” / “Asesinato no” y esa misma discusión está presente en sociedades que abalan la pena de muerte y sociedades que la rechazan, mismas sociedades cabe destacar que no consideran asesinato matar incontables animales para comerlos pero si, matar un feto. Lejos de querer entrar en el debate del especísmo, simplemente lo planteo como una suerte de contradicción en el asunto.

Otros opositores al aborto son aquellos que creen o consideran o temen una oleada masiva de mujeres dispuestas a tener relaciones sexuales sin métodos anticonceptivos teniendo en cuenta que si la pastilla del día después falla, siempre pueden abortar. Miedo o consideración que no se encuentra en la actual falta de educación sexual resultante en muchos casos en embarazos no deseados. Encuentro muchas personas enfrascadas en posturas antiaborto pero no en posturas pro-educación sexual asumiendo que todos deberían saber y practicar el sexo responsable, hablando de que los adolescentes actualmente están muy hormonales , cosa que los aterra, pero no parecen querer compartir con ellos información tan crucial como que “Acabar afuera” es tan inútil como soplar la llama para apagar un incendio.
El aborto es la terminación forzada de un embarazo, asumimos entonces que es una práctica a realizar solamente en casos de embarazos no deseados y si una mujer o ambos involucrados en el acto sexual deciden NO tener un hijo, hay que contemplar cada caso en particular. No podemos medir con la misma vara un embarazo resultante de una violación a un embarazo resultante de un descuido a un embarazo resultante de la falla de un método anticonceptivo.
A la hora de hablar de aborto tampoco podemos ignorar que al ser ilegal, los métodos para realizarlo están altamente vinculados al poder adquisitivo de quien lo realiza estando desde lo más seguros, mediante una práctica quirúrgica llevada a cabo por un profesional, algunos más riesgosos como un aborto farmacológico inducido por pastillas y los más brutales como introducirse elementos punzantes, como el resto de las prácticas en un sistema capitalista el que mas paga tiene mejores posibilidades que el que menos puede y a los pobres solo les queda jugarse la vida.

Debemos tener en cuenta que al marginalizar el aborto estamos suprimiendo los derechos de las mujeres sobre su propio cuerpo, priorizando el valor exponencial de una vida por sobre el valor real de otra que forma parte activa de la sociedad actual. En el momento en donde nos parece de mayor o igual valor un feto que una mujer. Un feto, que una abogada, Un feto, que una docente, Un feto, que una estudiante, es cuando debemos preguntarnos: Si el valor de la vida de todo ser humano es el mismo ¿A quién cuidamos cuando dos vidas comparten un cuerpo? ¿De qué forma indemnizamos a la madre por haberla obligado a llevar en su vientre un hijo no deseado?

Considerando el aborto como algo cultural, no puedo dejar de contrastarlo con otras prácticas que también son culturales y no son condenadas por la sociedad.
Pagar diez mil pesos para terminar con la vida de un feto que no lleva más de tres meses en el vientre de su madre es un acto de crueldad indescriptible llevado a cabo por una pecadora empedernida que debería haberse cuidado o aceptado su suerte. Ahora, pagar diez mil pesos por un nuevo par de tetas más llamativo, una nariz de menor grosor o unos pómulos simétricos, está perfecto.
Uso ésta comparación porque muchas cirugías plásticas corren con el mismo riesgo de muerte que un aborto, además un aborto no se trata solo de quitar una vida, se trata de una mujer que por nueve meses es rehén de un hijo no deseado, al que tiene que cuidar, controlar, dejar de consumir todo tipo de comidas y bebidas que hasta ahora formaban parte de su cotidiano, ver como su cuerpo sufre cambios físicos y hormonales, entrar en un estado de fragilidad que puede incluso poner su vida en riesgo y finalmente traer al mundo a una persona que por derecho constitucional algún día deberá conocerla y explicarle que no lo deseaba. No es fácil para la madre, no es fácil para el padre, no es fácil para la criatura y por sobre todo: NO ES NECESARIO pasar por todo esto, si el aborto fuera una práctica legal.
Un aborto es mucho más que la simple terminación forzada de una vida.
Así como una cirugía plástica meramente estética solo pretende cambiar la apariencia de un rasgo no deseado, de una parte del cuerpo que no podemos tolerar y siendo legal tenemos la opción de hacerlo siempre y cuando podamos pagarlo, hay otras cirugías plásticas que salvan vidas o mejoran su calidad a aquellos que fueron devoradas por el fuego u otro tipo de accidentes. Así habrá abortos que podríamos considerar innecesarios y otros que harían la diferencia en la vida de las personas.

El aborto es cultural y los valores que aprendemos se pueden modificar, solo necesitamos que nuestros niños aprendan de nuestros errores y nuestros aciertos. ¿Cuántos niños más tienen que ser golpeados por asumir su sexualidad sea cual fuere? ¿Cuántas personas más capaces de ser excelentes padres y madres tienen que ver sus pedidos de adopción rechazados? ¿Cuántas mujeres más tienen que cobrar menos que un hombre? ¿Cuántas mujeres más tienen que ser brutalmente asesinadas por sus parejas o ex parejas? ¿Cuántos etcéteras más tienen que suceder hasta entendamos que la única forma de avanzar es aceptar el cambio y dejar el pasado atrás?
Del pasado se aprende, para cambiar el futuro y eso se hace día a día en el presente.
El aborto sucede, no va a dejar de suceder, no va a desaparecer, por más ilegal, por más amoral, por más estigmatizante que sea, no van a irse a ningún lado las cientos de mujeres con embarazos no deseados pidiendo terminar con ellos.
Podemos ignorarlo de la misma manera que ignoramos la pobreza, las guerras, las violaciones y todo lo que nos hace pensar que el mundo no es color de rosa pero no se puede tapar el sol con la mano y arrancarse los ojos solo crea un ciego más en un mundo que sigue siendo visible para el resto.
Aborto legal, seguro y gratuito. Es un pequeño grano de arena, en un mundo con mucho MUCHO más por hacer.