viernes, 18 de septiembre de 2015

Todo con todo y divagando por doquier

Tres de la mañana y estoy escuchando los episodios sinfónicos de cerati, una hora de maravilla. Me causa gracia recordar que los escuché por última vez con vos, sos un capricho hermoso, mi cuerpo ya se olvidó de vos, mis sentimientos nunca fueron tuyos pero mi mente por algún motivo sigue volviendo una y otra vez a esos días y me pide que te traiga de vuelta llorando en vano porque no vas a volver nunca y así estamos bien o mejor dicho, YO estoy bien.
No fuiste nada, desde el principio no ibas a ser nada y durante tampoco lo fuiste, una excusa temporal para matar el rato en éxtasis. Yo lo tuve claro siempre, vos no y eso te lastimó. Pero no me arrepiento, también disfrute de tu dolor, a mi manera, fueron muchas emociones juntas y ese regalo que me diste se queda conmigo para siempre. Es un poco retorcido pero es como me gusta. Variedad.
Últimamente relaciono todo con todo y vuelven a mí recuerdos de personas que no quiero en mi vida pero al formar parte de mi pasado siempre van a estar ahí, lo que me deja pensando: ¿Cuánto realmente se van aquellos que dejamos ir? ¿Qué diferencia a los que dejamos de los que nos dejan? ¿Existe diferencia alguna?
Ciertamente compartimos experiencias que nos unieron, algunos mas, otros menos pero fueron una parte de nosotros por un instante. Así como miramos atrás y hacemos un balance de lo mucho o poco que cambiamos es inevitable hacer un recuento de todos los que dejamos o nos dejaron en el camino y lo mucho que aprendimos o enseñamos, lo mucho que extrañamos o lo poco que recordamos.
A su vez miramos al rededor y nos preguntamos cúantos de los que están ahora van a estar mañana y cuántos nuevos vendrán.
Creo que cuando recordamos mucho el pasado o nos empeñamos demasiado en él, es porque estamos temerosos de avanzar. Sabemos inconcientemente que estamos al borde de un cambio y se nos vienen todas esas experiencias similares donde las cosas cambiaron como suerte de presagio o recordatorio para ser precavidos.
Después de aceptar que mi soledad fué un mecanismo de defensa para enfrentar las cosas que sufrí de infante, volver a militar, pensar seriamente sobre mis estudios, estar al borde de ser tío, empezar a entender lo que uno vale como persona, sentirse confiado de si mismo, estoy convencido de que cada día que pasa me acerca mas a un cambio del que no hay vuelta atrás y quizás sea eso lo que me tiene tan contemplativo, tan inquieto, tan ansioso y en un constante recordar y recorrer mi vida entera.
El pasado es atractivo porque nos podemos reír de todo a la suficiente distancia, mientras mas distanciados estamos es mas fácil recordar con alegría que con tristeza, además no hay nada mas perfecto que la imaginación. Uno imagina las cosas a futuro pero a veces también imagina un poco el pasado, se vuelve borrosa la linea de lo que fué con lo que podría haber sido y termina siendo un poco de los dos. "Memoria selectiva" podríamos decirle.

Divago un poco porque sinceramente ni yo estoy seguro de lo que realmente quiero decir, ni siquiera sé si quiero establecer un punto. Me parece que estoy escribiendo mas para descontracturar un poco que para enviar algún mensaje o plantear alguna duda.
Ésta semana fué muy extraña y el fin de semana parece mantener la línea, me pregunto en que va a concluir, debo confesar que estoy poniendo mis espectativas en dos hechos puntuales de los que no quiero hablar para no quemarlos pero no puedo evitar comerme un poco la cabeza con una mezcla de ansiedad y espectativa.
Quizás lo mejor sale cuando uno no planea pero haciendo un juego de palabras, cuando te tirás de cabeza tenés que planear un poco para aterrizar a donde te gustaría llegar.
Éstos últimos días me siento muy confiado de mí mismo, no en un brote de confianza hipomaníaca donde siento que me como el mundo, una suerte de "confío en mí y por eso sé que todo va a estar bien." Me creo capaz de manejar cualquier situación con la cabeza fresca y el corazón en su lugar.
Eso también es un cambio, un cambio radical de mi estado normal dubitativo y espectánte, temeroso y pasivo.
Puede que crecer signifique dejar de esperar y salir a buscar o simplemente enfrentar sin confrontar, lidiar sin destruir y construir sin garantías.
Una suerte de exponerse al mundo tal cual es, aceptarse mutuamente y dejarse llevar casi tanto como pretendemos llevar nosotros.
Es posible que no tenga mucho sentido leer ésto si no se encuentra uno en un estado similar, vivir solo cuesta vida y parece que la única regla es que hay que vivir para entender.
Hay gente que vive mucho en muy poco tiempo y gente que vive muy poco en mucho tiempo, supongo que depende de cómo enfrentamos la vida y cuánto aprendemos de ella.
Me gusta pensar que de todo lo que viví, aprendí lo suficiente como para no repetir ciertos errores y solucionar muchas cosas en cuanto llegan. La mejor forma de ser fuerte, es pretender ser débil, dicen por ahí y también que para lidiar con toda la mierda que nos rodea lo mas eficaz es no considerarse demasiado especial.
No es lo mismo un sorete en un mar de mierda que un diamante, creo que uno sufre mas cuando se tiene en alta estima y no creo que la solución sea tener el autoestima baja, si no tratar de no agrandarse mas de la cuenta.
Somos un ser humano, en un mundo con siete billones, no somos mas que nadie y tampoco menos, nadie puede lo que nosotros podemos y a su vez no podemos hacer lo que hacen otros siete billones.
Ni muy grande ni muy chico, ni muy especial ni especialmente menos.
No sé que mas agregar asi que por ahora voy a dejarlo ahí y retirarme a dormir.
Que mañana nos espera un día lleno de incógnitas, arrancando con certezas y terminando con promesas.



Adieu!


M.C.

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