miércoles, 23 de septiembre de 2015

Piel nueva, el cuadro completo y nacimiento.

A pesar de no haber salido éste fin de semana debido a la gripe debo confesar que fué bastante productivo en materia de avances personales.
Me encontraba una vez mas en una especie de panic attack permanente, cuestionando muchas cosas, todo el tiempo al borde de la tristeza emocional innecesaria, del bajón depre y la histeria total.
Normalmente me trato de frenar en esos casos pero se me hizo mas difícil de lo previsto, siempre me pasa lo mismo, empiezo a mirar los errores y las carencias hasta que siento que nada vale la pena y me encierro en la autocompasión y la miseria.
Pero el lunes, mientras me estaba tatuando, literalmente "atrapado" en mi dolor, pensando todo lo que pasé los últimos tres días sin otro culpable mas que mi mismo, repasando frases como "Me siento encerrado, necesito salir, de todos lados, hasta de mi piel." me di cuenta de algo muy simple.
Es muy fácil verle las virtudes a los demás y verse las fallas a uno, es muy fácil pensar en alguien que vive en un lugar hermoso, con su pareja, con auto y mil posibilidades de hacer lo que desea y olvidarse de que abandonó una carrera universitaria y no tiene trabajo. Ignorar que hace años vive de un proyecto de pareja y no es una vida que yo desearía bajo ningún concepto. Es fácil pensar en alguien que se mudó solo y ahora tiene muchas libertades y olvidarse de que el 90% de su tiempo no lo pasa en su casa y lo usa para trabajar y sustentar las deudas que lo tapan al mismo tiempo que a gatas se aferra a un intento de vida personal entre la cantidad de responsabilidades que lo reclaman.
Es muy fácil también envidiar a alguien que lo tiene todo y sin embargo no sabe hacerse un huevo frito y no puede mostrar la cara en mas de veinte lugares porque o debe plata o lo quieren cagar a trompadas.
También es fácil concentrarse en todos los fracasos de uno mismo e ignorar la cantidad de triunfos, esos triunfos cotidianos que pasan desapercibidos porque para nosotros son lo normal, hace poco escribía sobre el vaso medio vacío y los lobos, las formas opcionales de ver la vida y encararla y de eso se trata ésto. Hoy hablaba con alguien que se fue a tatuar el mismo día que yo y pagó mas del doble por algo mucho mas simple, no desprecio su arte porque de hecho me encantó su tatuaje! pero el motivo de la diferencia de precio es que la persona que lo tatuó ni lo conoce ni le importa, simplemente está haciendo su trabajo a cambio de una remuneración y la persona que me tatuó a mí es alguien que me recibe a la mañana una hora antes de tatuarme para tomar mate y charlar un rato porque me enfoqué en entablar una suerte de amistad con él y a mi manera lo logré. Porque sé como hacer amigos y es uno de esos triunfos de la vida que se me pasan por alto cuando miro mis derrotas.
Pero para no irme tanto de tema, mientras estaba acostado sufriendo un rato, no sólo caí en ésta gran verdad, sino que me dí cuenta que tampoco sirve ver las cosas por la mitad. Las cosas SON lo que son, lo que fueron y lo que serán. El dolor en mi espalda no estaba hace dos horas ni tampoco va a estar dentro de dos, pero si miro el pasado: NO HAY DOLOR y entonces el dolor actual parece injusto. Si miro el presente: HAY DOLOR y entonces el pasado se vuelve extrañable. Si miro el futuro: NO HAY DOLOR y entonces el presente se vuelve esperanzador y de alguna manera justo.
Porque si solo miramos una parte de la realidad, es fácil perderse y engañarse, si miramos el cuadro completo todo parece encajar. Pero para eso hay que tomar distancia del momento y eso incluye todos los sentimientos y pensamientos que nacen de forma espontánea.

Dos meses atrás, le mandé una foto de mi segundo tatuaje a chiara bautista (la dibujante mexicana de la cual ya llevo dos de sus dibujos en mi piel) porque sube siempre las fotos de la gente que se tatua su arte al facebook. Como nene caprichoso me pasé dos meses lloriqueando de que seguía subiendo fotos de otros y no la mía, se la debo haber mandado mínimo seis veces y el lunes, cuando volví a casa y publiqué la foto del tattoo nuevo, una amiga me manda el link de mi segundo tattoo publicado por chiara en su facebook hace semanas con mas de ciento veinte "me gusta" y pidiendo que etiquete al tatuador. Me morí de la emoción, lo etiqueté a mi tatuador y le mandé la foto de mi tercer tatuaje y me contestó agradeciendome lo cual terminó por matarme y me dejó en un estado de paz inmenso.
Fué muy fácil engancharme en que "no me daba bola" la persona que más quería que me preste atención y sin embargo no solo ya se había fijado en mí, sino que me estaba pidiendo algo y yo ni siquiera estaba siendo consciente del hecho.
Creo que deja un saldo bastante claro de que somos capaces de perdernos lo que mas queremos en la vida por estar mirando la realidad alternativa que pasa en nuestra cabeza en lugar de la que está ahí afuera.
Hay que mirar el cuadro completo o no hay que mirar nada, porque enredarse en medio-verdades y cuasi hechos nos distorsiona lo que pasa de verdad.

Otro hecho importante en la agenda es que mientras estaba acostado en la camilla, a mi hermana la estaban internando a mil ochocientos kilómetros de distancia para tener a su bebé que nació a las cinco de la tarde del lunes.
Es surreal la idea de ser tío a tanta distancia, de saber que no voy a conocer a mi sobrina hasta como los seis meses cuando pueda tomarme vacaciones para compartir un tiempo con ella y sin embargo me siento tan contento, hoy no hice otra cosa en todo el día que mostrarle a la gente las pocas fotos que tengo de mi sobrina recién nacida y recibir las felicitaciones de todos con un asombro constante ante la palabra "tío".
Soy tío, legítimo y sanguíneo de una personita que a partir de ahora anda por ahí en el mundo.
Por un lado lo siento super fuerte y por el otro estoy medio anestesiado por la distancia pero acá es donde vuelve mi pequeña epifanía sobre ver el cuado entero.
Si lo pienso ahora que no la veo es horrible, si lo pienso hace nueve meses cuando me enteré de su existencia se siente mucho mejor saber que ya nació y si lo pienso a futuro cuando la tenga en brazos, cuando sea su primer cumpleaños y el segundo y el tercero me muero de ansiedad y felicidad y ganas de llenarla de besos por todas partes.
Creo que hasta ahora mi vida es un cuadro con dos imágenes, el presente y el pasado. Todos mis años de terapia fueron sobre las cosas que pasaron y las que pasaban, mi lema de cabecera es que no planeo a futuro porque no tengo idea de lo que va a pasar dentro de cinco segundos, menos en diez años. Sinceramente la mayor desesperanza que siento es cuando miro hacia adelante, la idea de "futuro" siempre me trajo a la cabeza la idea de "la muerte" como si fuera lo único que está adelante, todo lo que hay al final de las cosas es precisamente EL FINAL. Todo termina, todo muere, pero nunca se me había ocurrido que lo que nace tiene que hacerlo en algún punto y si nace dentro de diez minutos o diez años está naciendo en el futuro, adelante también hay esperanza, alegría y el final no siempre es negativo. Lo malo también termina y eso es bueno.
Siempre le tuve miedo al futuro, a lo que viene, a los cambios, a lo que me hace sentir inseguro o ignorante, es fácil enamorarse del pasado porque lo conocemos bien, es mas fácil todavía enamorarse del presente porque es todo lo que tenemos pero enamorarse del futuro es casi imposible, es un desconocido lleno de promesas sin ninguna certeza y siempre puede traer peores cosas de las que tenemos o tuvimos.
Pero también puede ser motor de esperanzas y sueños nuevos, ayer leía un episodio de uno de mis mangas favoritos y el personaje principal decía: "Mi padre me enseñó a hablar del mañana para tener un motivo por el cual atravesar el presente." No creo en las casualidades y haber leído esa frase en éste momento de crisis me ayuda un montón a romperme la cabeza contra la realidad. Siempre creí que me estaba escapando del pasado y en realidad creo ahora que estoy esquivando al futuro.
Porque siempre voy para atrás.
Porque siempre recuerdo cosas.
Porque siempre me aferro a lo que tengo.
Porque nunca voy para adelante.
Porque nunca quiero pensar en lo que viene.
Porque nunca imagino lo que podría ser.
Porque siempre que pienso a futuro pienso lo peor.
Porque siempre que recuerdo el pasado lo añoro como si hubiera sido lo mejor.
y la realidad dicta que mi pasado fué bastante digno de ser olvidado o recordado solamente para no repetirlo y mi presente tampoco es una joya para atesorar por siempre.
En los tiempos de crisis es donde mas se crece y sinceramente desde que mi hermana quedo embarazada lucho con ésta contradicción de querer mirar un poquito lo que viene con ansias de que llegue y el miedo de que no se concrete o algo salga mal.
Al principio no quería emocionarme por miedo a que perdiera el embarazo o algo horrible y me siento una lacra por pensar esas cosas pero no podía evitarlo y no puedo ser otra cosa que completamente sincero conmigo mismo.
Hasta que no nació ayer no podía caer completamente en la idea de ser tío y ahora no puedo pensar en nada malo, la sola idea de que a mi sobrina le pase algo me hace retorcer el corazón.
Es la primera vez en la vida que me siento así, con ganas de ir adelante, de ver lo que puede traer el futuro, un paso a la vez.
Es la primera vez que tengo ganas de sentirme esperanzado y no fatalista y triste.
Es la primera vez que tengo miedo a lo que puede pasar y en lugar de quedarme firme en mi terreno quiero salir corriendo y arriesgarme.
Me acuerdo de un pensamiento que tenía de chico cuando veía las películas de héroes que se volvían mártires salvando a todos a costa de su vida: "Que se mueran todos, prefiero vivir otro día en soledad con la miseria de saber que no salvé a nadie a terminar con mi vida así como así." y a su vez me daba pánico la idea de que algún día mi vida se iba a terminar igual y era peor morirse solo y triste que acompañado y feliz.
Es re pelotudo pensarlo así porque nadie tiene que sacrificarse por nadie y no somos heroes ni nada por el estilo pero la base del pensamiento es lo que importa: "No hay chance de jugármela por un futuro mejor a costa de perder un presente mediocre."
No animarse a avanzar por miedo a perder.
No animarse a arriesgar por un cambio.
No querer llegar nunca al final ni por las buenas ni por las malas a pesar de que la vida te empuja igual.

Parece que ésto es sobre lo que tengo que trabajar de ahora en mas. De poder abarcar un poquito mas, pensar un poco mas a futuro, planificar un poco mas, dejar de vivir tanto en el pasado y en el presente aislados de un futuro porque si no hay plan, entonces toda la energía que gasto es para mantener algo que no va a cambiar nunca por mucho que avance y ¿Cuál es el punto de que todo permanezca inmóvil si ni siquiera me gusta como está? ¿Acaso el miedo al cambio es mas fuerte que el terror de lo estático? ¿Sólo porque cambiar requiere un esfuerzo mas grande que permanecer igual?
Hay que animarse a mas y salir de la zona de confort. El pasado puede ser añorable y el presente hermoso si el futuro es una mierda y así es como vengo viviendo. Pensando que lo que está adelante es un final terrible y perturbador.
Me siento un imbécil por no haber visto ésto antes pero cada quien tiene sus tiempos para ver las cosas. Haber puesto tanto énfasis en destruir toda idea de futuro solo produjo una adicción al presente y un amor por el pasado que no son para nada productivos.
Debería recordar el pasado con justicia y entender mi presente con sinceridad lo que nos dejaría con una promesa de futuro bastante interesante, casi como si valiera mucho la pena jugarsela por él.
En fin, termino ésto entre lágrimas y risas antes de que me explote el cerebro.



Adieu!







M.C.

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