Perdí la cuenta de las noches que dormimos juntos
Del calor de tu cuerpo contra el mío
El ritual, el encuentro, el abrazo, las charlas, caer rendidos
Perdí la cuenta de las noches que duermo solo
Abrazando las almohadas frías que no devuelven nada
Sigo evitando los movimientos bruscos para no despertarte
y me levanto despacio recordando que ya no estás
Le doy un beso a las mascotas para no perder la costumbre
pero mis labios no se olvidan de los tuyos
Sos como una comezón que no me puedo rascar nunca
Perdió el sentido hablar de culpas, motivos y razones
La realidad te devuelve siempre a lo que está y lo que no
Y tu ausencia se hace tan presente como siempre
Es gracioso extrañarte cuando no estoy seguro de haberte conocido
Al menos no todas esas partes que terminaron por separarnos
Todas esas que en cada reencuentro nos distanciaron más
Me recordé una y otra vez no intentar justificarte
Al menos no si vos no lo hacías y jamás lo hiciste
Siempre fue claro que yo quería más de lo que había
Siempre fue claro que te hacía bien tenerme
Pero no nos queríamos de la misma forma
Nunca lo hicimos y nunca lo haremos
Todavía hoy lo que extrañás de mí no es lo que extraño de vos
Dejé de idealizarte, extraño más las costumbres que tu ser
Extraño más el sentimiento que despertaba que a su dueña
Pero no te vas y yo tampoco aunque no estemos
Se volvió un hábito permanecer cerca en la distancia
Como vecinos recelosos que se miran por la ventana
Esperando a que salga alguno para pasar casualmente y saludar
Y mientras más pendientes estamos más descuidamos la casa
Ya no sé cuantas veces escuché el timbre y como no eras vos no bajé
Ya no sé cuantas veces vi gente en tu umbral ir y venir sin respuesta
Me pregunto si alguno de los dos esta dispuesto a mudarse
Nos seguimos tirando la pelota sin palabras "Andate vos"
Y en cuanto vemos una caja salimos corriendo a inventar excusas
Es gracioso cuando escribo que parezca tan inocente y dolido
Si vos sos un monstruo no se que queda de mí entonces
Nos volvimos una suerte de retrato de Dorian Grey mutuo
Si nos contemplamos el uno al otro nos destruye
Pero de reojo estamos bien, duele menos recordar quienes somos
Pero las noches pasan y los sueños mueren
Sigo sin estar seguro por completo
Algún día me gustaría no verte más
Por ahora, cada tanto, cierro los ojos y estás ahí
Y camino ciego un rato para no perderte de nuevo
Pero cómo no ceder si cada ocasión que te pierdo me encuentro más a mi
Todo lo que me inspira me agrada
No tenerte, por momentos, me agrada.
Te (no) extraño.
Misael
miércoles, 7 de marzo de 2018
viernes, 26 de mayo de 2017
Transición
Hay momentos en la vida de una persona en los que todo
lo que parecía seguro se derrumba ante sus ojos, aquellos santuarios que prometían
albergar la paz hasta el final de los tiempos se convierten en la mayor fuente
de desesperación cuando uno contempla su caída. Y es la nada misma lo que queda,
olvidando que desde ahí es donde uno comenzó el viaje y las promesas de un
futuro nuevo y mejorado sentando nuevas bases sobre las ruinas de lo que nunca
funcionó como correspondía son un eco que se queda sordo ante la abrumadora
realidad del fracaso.
Mi madre suele decir que aquellos con ansias de progresar, los que no se conforman con la vida como es y buscan nuevos significados constantemente, están destinados a sufrir el stress de la ansiedad, ese dolor que provoca proyectar a futuro y seguir en el presente donde cada paso te acerca pero todavía no estás ahí. En ocasiones no estoy seguro de quien soy, no termino de comprender exactamente lo que quiero o mi claridad se limita a pequeños aspectos de mi vida que no terminan de cerrar un panorama completo.
Hace tres meses inicié una relación que me puso el mundo patas para arriba, en el buen sentido, no tengo palabras para describir el afecto que siento por su persona y las ganas de proyectar a futuro, es la única que me hace feliz con su mera presencia y es el motor de mis ganas de cambiar todo aquello de lo que no estoy conforme. Y quizás sea eso en gran parte, su llegada desencadenó el terremoto que me puso en evidencia frente a mi mismo, darme cuenta de todo aquello que me pasó en la vida por la familia nefasta que me ha rodeado pero finalmente la noción de que todo aquello que no estoy haciendo en la actualidad es responsabilidad mía y de nadie más. Si bien ella como tantos otros me han remarcado que a los 25 años soy joven y tengo todo por delante, no puedo evitar castigarme por las decisiones erróneas que he tomado y mientras me planteo como avanzar, mientras mas proyecto a un futuro sano, digno, más me tortura la ansiedad de un presente que dista mucho de aquello a lo que aspiro. Cada día de un futuro gimnasio, de un futuro proyecto laboral personal, de un futuro viviendo en mi casa, es un recordatorio de un fumador que no ejercita, de un empleado en un trabajo que detesta, de un adulto viviendo con su madre y el ciclo de todo aquello que me inquieta y me obliga a proyectar un cambio, cuya idea me genera ansiedad y esa ansiedad se vuelve más problema que el problema real, es una enfermedad en si, que me carcome por adentro. A veces sufro en mi propio hogar porque pienso que ya no debería estar viviendo en él y se me vuelve ajeno a pesar de que mientras encuentre una alternativa va a seguir siendo el mismo hogar de siempre.
Todas estas neurosis tienen que terminar y la mejor forma es haciendo, no creo estar estancado para nada, creo simplemente que la velocidad de mis procesos mentales es mucho mayor a la velocidad en la que los cambios se dan realmente.
Estoy esperando al 2 de junio, al 14 de junio y al 23 de junio respectivamente para poder finalizar mis estudios y ver al médico clínico que me habilitará (o no) la posibilidad de comenzar actividad física y con cuanta frecuencia e intensidad en caso de que todo este bien. Finalizado eso, planeo dejar de fumar empiece o no el gimnasio y estamos pensando con un amigo comenzar un proyecto musical, una suerte de “manager” aunque no me gusta la palabra, la idea es impulsar su carrera ya que viene medio lento por motivos personales y por falta de lugares o imaginación para conseguir reconocimiento y confío plenamente en su potencial por ende quiero ayudar en lo que pueda y me siento capaz de conseguir muchas cosas, pero todo eso es planear a futuro y me refleja este presente inactivo, lo que me genera la ansiedad que me come. Por otro lado cuando siento que metí la pata me replanteo mis acciones y me siento en un estado permanente de cola de paja, mejor ejemplo hace unos días mi historia de vida me afectó haciéndome sentir poco querido por mi pareja, no porque realmente no me quiera sino porque quizás hay en mí una necesidad excesiva de poner las cosas en palabras cuando los actos son mas que suficientes y siendo que ambas vidas contienen una gran carga horaria laboral y una banda de amigos que nos reclaman constantemente, a veces vernos es complejo.
Siendo que veníamos de vernos casi todos los días, a pasar un par de días de no vernos justo después de mi pequeño “desliz” me pone inquieto como si fuera culpable de la distancia, otra pata floja mía, cuando estoy distante de alguien me pongo nervioso, como si todo se fuera a caer por su peso propio o si ya nada fuera igual, miedos que son humo y en el momento en el que entro en contacto nuevamente con dicha persona se me pasa todo y me doy cuenta que fui un gil en pensar esas cosas y todo está bien.
No niego que soy una persona con problemas, que me he enfrentado a mucho en poco tiempo y mi daño emocional juega un rol fuerte a la hora de querer hacer las cosas bien, trato de aprender día a día y mis intenciones son buenas, soy mi peor enemigo de eso no tengo la menor duda y constantemente quedo a merced de la paciencia y el aprecio ajeno para contemplar las pelotudeces que hago. Trato de hacer la menor cantidad posible y de explicar los motivos pero no puedo estar siempre pendiente de revisar mis actos para intentar comprender de donde vienen, a veces necesito dejar que las consecuencias fluyan y hacerme cargo de las mismas. Hay una frase de Jax Teller, en Sons Of Anarchy que reza:
”Los niños miran para adentro, se regodean en sus propias necesidades egoístas. Los hombres miran para afuera, toman acción sobre las necesidades de otros…” No quiero ser más un niño egoísta apuntando dedos y culpando a su historia por la forma en la que es o el hombre en que lo convirtieron. Quiero ser un hombre digno que pueda mirarse con el peso histórico de lo acontecido y hacerse cargo de quien es por las acciones que toma y no por las que han tomado con él. Necesito abandonar las palabras, es fácil hablar y proyectar, lo difícil es hacer. Creo sinceramente que he encontrado mi fuerza para hacer y gran parte se lo debo a la persona que tengo al lado y con la que planeo proyectar un futuro, quiero ser un hombre del que pueda estar orgulloso, no porque la necesite, no porque me necesite, sino porque nos queremos y nos elegimos día a día. Todo proceso es arduo y requiere mucho esfuerzo y trabajo duro, no creo que este sea de ninguna forma diferente, pero quizás esta vez, la necesidad de ponerlo en palabras no sea para generar una paja verbal que satisface mi neurosis, sino para efectivamente demostrarme que lo que me acontece es un momento de transición real.
Mi madre suele decir que aquellos con ansias de progresar, los que no se conforman con la vida como es y buscan nuevos significados constantemente, están destinados a sufrir el stress de la ansiedad, ese dolor que provoca proyectar a futuro y seguir en el presente donde cada paso te acerca pero todavía no estás ahí. En ocasiones no estoy seguro de quien soy, no termino de comprender exactamente lo que quiero o mi claridad se limita a pequeños aspectos de mi vida que no terminan de cerrar un panorama completo.
Hace tres meses inicié una relación que me puso el mundo patas para arriba, en el buen sentido, no tengo palabras para describir el afecto que siento por su persona y las ganas de proyectar a futuro, es la única que me hace feliz con su mera presencia y es el motor de mis ganas de cambiar todo aquello de lo que no estoy conforme. Y quizás sea eso en gran parte, su llegada desencadenó el terremoto que me puso en evidencia frente a mi mismo, darme cuenta de todo aquello que me pasó en la vida por la familia nefasta que me ha rodeado pero finalmente la noción de que todo aquello que no estoy haciendo en la actualidad es responsabilidad mía y de nadie más. Si bien ella como tantos otros me han remarcado que a los 25 años soy joven y tengo todo por delante, no puedo evitar castigarme por las decisiones erróneas que he tomado y mientras me planteo como avanzar, mientras mas proyecto a un futuro sano, digno, más me tortura la ansiedad de un presente que dista mucho de aquello a lo que aspiro. Cada día de un futuro gimnasio, de un futuro proyecto laboral personal, de un futuro viviendo en mi casa, es un recordatorio de un fumador que no ejercita, de un empleado en un trabajo que detesta, de un adulto viviendo con su madre y el ciclo de todo aquello que me inquieta y me obliga a proyectar un cambio, cuya idea me genera ansiedad y esa ansiedad se vuelve más problema que el problema real, es una enfermedad en si, que me carcome por adentro. A veces sufro en mi propio hogar porque pienso que ya no debería estar viviendo en él y se me vuelve ajeno a pesar de que mientras encuentre una alternativa va a seguir siendo el mismo hogar de siempre.
Todas estas neurosis tienen que terminar y la mejor forma es haciendo, no creo estar estancado para nada, creo simplemente que la velocidad de mis procesos mentales es mucho mayor a la velocidad en la que los cambios se dan realmente.
Estoy esperando al 2 de junio, al 14 de junio y al 23 de junio respectivamente para poder finalizar mis estudios y ver al médico clínico que me habilitará (o no) la posibilidad de comenzar actividad física y con cuanta frecuencia e intensidad en caso de que todo este bien. Finalizado eso, planeo dejar de fumar empiece o no el gimnasio y estamos pensando con un amigo comenzar un proyecto musical, una suerte de “manager” aunque no me gusta la palabra, la idea es impulsar su carrera ya que viene medio lento por motivos personales y por falta de lugares o imaginación para conseguir reconocimiento y confío plenamente en su potencial por ende quiero ayudar en lo que pueda y me siento capaz de conseguir muchas cosas, pero todo eso es planear a futuro y me refleja este presente inactivo, lo que me genera la ansiedad que me come. Por otro lado cuando siento que metí la pata me replanteo mis acciones y me siento en un estado permanente de cola de paja, mejor ejemplo hace unos días mi historia de vida me afectó haciéndome sentir poco querido por mi pareja, no porque realmente no me quiera sino porque quizás hay en mí una necesidad excesiva de poner las cosas en palabras cuando los actos son mas que suficientes y siendo que ambas vidas contienen una gran carga horaria laboral y una banda de amigos que nos reclaman constantemente, a veces vernos es complejo.
Siendo que veníamos de vernos casi todos los días, a pasar un par de días de no vernos justo después de mi pequeño “desliz” me pone inquieto como si fuera culpable de la distancia, otra pata floja mía, cuando estoy distante de alguien me pongo nervioso, como si todo se fuera a caer por su peso propio o si ya nada fuera igual, miedos que son humo y en el momento en el que entro en contacto nuevamente con dicha persona se me pasa todo y me doy cuenta que fui un gil en pensar esas cosas y todo está bien.
No niego que soy una persona con problemas, que me he enfrentado a mucho en poco tiempo y mi daño emocional juega un rol fuerte a la hora de querer hacer las cosas bien, trato de aprender día a día y mis intenciones son buenas, soy mi peor enemigo de eso no tengo la menor duda y constantemente quedo a merced de la paciencia y el aprecio ajeno para contemplar las pelotudeces que hago. Trato de hacer la menor cantidad posible y de explicar los motivos pero no puedo estar siempre pendiente de revisar mis actos para intentar comprender de donde vienen, a veces necesito dejar que las consecuencias fluyan y hacerme cargo de las mismas. Hay una frase de Jax Teller, en Sons Of Anarchy que reza:
”Los niños miran para adentro, se regodean en sus propias necesidades egoístas. Los hombres miran para afuera, toman acción sobre las necesidades de otros…” No quiero ser más un niño egoísta apuntando dedos y culpando a su historia por la forma en la que es o el hombre en que lo convirtieron. Quiero ser un hombre digno que pueda mirarse con el peso histórico de lo acontecido y hacerse cargo de quien es por las acciones que toma y no por las que han tomado con él. Necesito abandonar las palabras, es fácil hablar y proyectar, lo difícil es hacer. Creo sinceramente que he encontrado mi fuerza para hacer y gran parte se lo debo a la persona que tengo al lado y con la que planeo proyectar un futuro, quiero ser un hombre del que pueda estar orgulloso, no porque la necesite, no porque me necesite, sino porque nos queremos y nos elegimos día a día. Todo proceso es arduo y requiere mucho esfuerzo y trabajo duro, no creo que este sea de ninguna forma diferente, pero quizás esta vez, la necesidad de ponerlo en palabras no sea para generar una paja verbal que satisface mi neurosis, sino para efectivamente demostrarme que lo que me acontece es un momento de transición real.
Supongo que sentir como se descongestiona el pecho de
esa angustia voraz mientras escribo estas líneas es muestra de haber dado en el
clavo con lo que me pasa.
Nunca había tenido tantas ganas de emprender, de hacer, de cortar lo tóxico y arrancar con lo sano y la novedad de todo impactó en mí como jamás hubiera soñado, pero eso implica dejar una parte mía atrás. Toda despedida genera resistencia y mientras ese pasado se intenta aferrar a mi espalda pidiéndome que no lo olvide y que le sea fiel, mi presente plantea con una sonrisa de por medio, dejarlo atrás para siempre y moverse hacia tierras fértiles y firmes, donde uno pueda progresar.
No tengo miedo. Por primera vez en mi existencia no tengo miedo, por mucho que me aterre la idea de perder amigos, de perder a mi pareja, no tengo miedo porque si avanzo en la dirección que creo fervientemente, es la correcta, no dudo que van a estar ahí y voy a ser mejor para ellos, con ellos y podré aportar a sus vidas mucho más de lo que alguna vez soñé.
Nunca había tenido tantas ganas de emprender, de hacer, de cortar lo tóxico y arrancar con lo sano y la novedad de todo impactó en mí como jamás hubiera soñado, pero eso implica dejar una parte mía atrás. Toda despedida genera resistencia y mientras ese pasado se intenta aferrar a mi espalda pidiéndome que no lo olvide y que le sea fiel, mi presente plantea con una sonrisa de por medio, dejarlo atrás para siempre y moverse hacia tierras fértiles y firmes, donde uno pueda progresar.
No tengo miedo. Por primera vez en mi existencia no tengo miedo, por mucho que me aterre la idea de perder amigos, de perder a mi pareja, no tengo miedo porque si avanzo en la dirección que creo fervientemente, es la correcta, no dudo que van a estar ahí y voy a ser mejor para ellos, con ellos y podré aportar a sus vidas mucho más de lo que alguna vez soñé.
Toda esta angustia que sufrí en la semana, son
vestigios de malos hábitos y costumbres, de necesitar tener problemas, de que
todo sea un problema, de que mi mente sea mas fuerte que mis manos y mis pies.
Que caminar y realizar sea siempre algo que haya que analizar y como el ciempiés
de tanto cuestionarme me quedo quieto. Estoy seguro de mis afectos, estoy
seguro de mi camino, estoy seguro de muchas cosas de las que no me quise
convencer porque requieren un esfuerzo con el cual no estaba seguro de poder
comprometerme.
Citando a Demian: “Quien quiera nacer debe primero destruir un mundo.” Este mundo de costumbres que se derrumba ante mis ojos, el inicio del texto, es necesario para sentar las bases de la próxima etapa. Y lo más importante es comprender, que mi mente puede ser brillante para iluminar mi camino tanto como brilloso su filo para cortarme las piernas y en ese balance es donde tengo que hacer hincapié.
Hace un tiempo, mi corazón no latía por nada y poco me importaba que hacer, después del nacimiento de mi sobrina eso cambió un montón, después de nuevas amistades se afianzó pero la idea de no poder aportar en sus vidas porque no avanzo yo, se volvió inconcebible en el momento en que apareció “EL” amor y lo pongo entre comillas porque hay muchos amores, pero este es el personal, el que considero, eventualmente es el más fuerte de todos.
Hacía mucho no escribía acá y no planeo volver a escribir con toda, originalmente no escribía porque estaba bien o no tenía mucho que comentar, en esta ocasión es un poco diferente, sinceramente creo que es algo bueno para exponer y por otro lado quizás ayude a muchas personas que hablaron conmigo en los pasados días a entender por lo que estoy pasando y el porqué de muchas reacciones o porque estaba tan pajero y enganchado en un tema de manera cíclica como si no lo pudiera dejar ir. Es como revolver tierra con un palito para matar el tiempo mientras deducís lo que realmente te pasa, te enganchas en cualquiera para organizar tus ideas o te fijas excesivamente en algo que no lo merece y parece que agrandas boludeces con lupa.
No les voy a prometer nada, no les voy a jurar que voy a cambiar o cosas que ya hice en el pasado. Mis actos serán los verdaderos jueces de todo lo que pase de ahora en más, necesitaba hacer un poco de catarsis y ponerlo en texto.
Las únicas palabras que SI quiero dedicarles son las siguientes:
Gracias por formar parte de mi vida, sea temporal o permanente, sea desde hace poco o hace mucho, en ocasiones las cosas no van a ser fáciles, mi vida es una suerte de bizarreadas una atrás de la otra y por momentos mientras encuentro mis balances es todo muy arriba o muy abajo. Siempre que sea arriba, tratare de llevarlos a todos lo más alto posible conmigo y siempre que sea muy abajo, de la forma más egoísta posible les pediré que me ayuden a salir del pozo y avanzar de nuevo si perdí el rumbo. Pero sepan que si forman parte de mis afectos, jamás de mi habrá una pizca de maldad, de mala intención, de abuso o aprovecharme de ninguna forma de ninguno de ustedes. Los vínculos que no sirvan, se irán cayendo por si solos y siempre existirá ese agradecimiento de lo que hayamos aprendido juntos. Los aprecio y son todo lo que está bien, lo que me hace querer ser mejor persona y me motiva, porque no me sirve de nada amarme y ser el mejor del mundo, si no lo puedo compartir con el resto.
Gracias, infinitas.
Citando a Demian: “Quien quiera nacer debe primero destruir un mundo.” Este mundo de costumbres que se derrumba ante mis ojos, el inicio del texto, es necesario para sentar las bases de la próxima etapa. Y lo más importante es comprender, que mi mente puede ser brillante para iluminar mi camino tanto como brilloso su filo para cortarme las piernas y en ese balance es donde tengo que hacer hincapié.
Hace un tiempo, mi corazón no latía por nada y poco me importaba que hacer, después del nacimiento de mi sobrina eso cambió un montón, después de nuevas amistades se afianzó pero la idea de no poder aportar en sus vidas porque no avanzo yo, se volvió inconcebible en el momento en que apareció “EL” amor y lo pongo entre comillas porque hay muchos amores, pero este es el personal, el que considero, eventualmente es el más fuerte de todos.
Hacía mucho no escribía acá y no planeo volver a escribir con toda, originalmente no escribía porque estaba bien o no tenía mucho que comentar, en esta ocasión es un poco diferente, sinceramente creo que es algo bueno para exponer y por otro lado quizás ayude a muchas personas que hablaron conmigo en los pasados días a entender por lo que estoy pasando y el porqué de muchas reacciones o porque estaba tan pajero y enganchado en un tema de manera cíclica como si no lo pudiera dejar ir. Es como revolver tierra con un palito para matar el tiempo mientras deducís lo que realmente te pasa, te enganchas en cualquiera para organizar tus ideas o te fijas excesivamente en algo que no lo merece y parece que agrandas boludeces con lupa.
No les voy a prometer nada, no les voy a jurar que voy a cambiar o cosas que ya hice en el pasado. Mis actos serán los verdaderos jueces de todo lo que pase de ahora en más, necesitaba hacer un poco de catarsis y ponerlo en texto.
Las únicas palabras que SI quiero dedicarles son las siguientes:
Gracias por formar parte de mi vida, sea temporal o permanente, sea desde hace poco o hace mucho, en ocasiones las cosas no van a ser fáciles, mi vida es una suerte de bizarreadas una atrás de la otra y por momentos mientras encuentro mis balances es todo muy arriba o muy abajo. Siempre que sea arriba, tratare de llevarlos a todos lo más alto posible conmigo y siempre que sea muy abajo, de la forma más egoísta posible les pediré que me ayuden a salir del pozo y avanzar de nuevo si perdí el rumbo. Pero sepan que si forman parte de mis afectos, jamás de mi habrá una pizca de maldad, de mala intención, de abuso o aprovecharme de ninguna forma de ninguno de ustedes. Los vínculos que no sirvan, se irán cayendo por si solos y siempre existirá ese agradecimiento de lo que hayamos aprendido juntos. Los aprecio y son todo lo que está bien, lo que me hace querer ser mejor persona y me motiva, porque no me sirve de nada amarme y ser el mejor del mundo, si no lo puedo compartir con el resto.
Gracias, infinitas.
M.C.
viernes, 14 de octubre de 2016
Reflexiones y verdades del dolor y la dulzura
Una vez más la situación es la
misma: Una hoja en blanco y un cerebro a mil moviéndose al ritmo de un corazón
que late sus pasiones con ese fervor producto de la escritura.
Pequeño espacio relegado este blog que me pertenece tanto como a uds. y hace tiempo no comparto nada, no por falta de tiempo ni ganas, no por falta de contenido ni necesidad, pero por falta de esa sensación de que mis ideas están lo suficientemente organizadas como para entregarlas de manera que produzcan algo.
Cuando escribo necesito exprimir cada idea, cada anécdota, cada sensación hasta llegar a su esencia, poder resumir, simplificar y encontrar el núcleo del que puedan absorber y nutrir la idea original que intento transmitir.
Soy un fiel creyente de que lo material es vencido por el paso del tiempo, pero lo intangible puede durar para siempre.
Un golpe puede modificar nuestra forma temporalmente, una piedra puede bloquearnos el camino por un instante pero un concepto, un sueño, un ideal puede cambiarnos la existencia por toda la eternidad.
Hago esta introducción para que reconozcan la intencionalidad del hilado fino que comienza en las próximas líneas, para que sientan cada palabra, cada frase y cada párrafo como una ofrenda desde éste corazón expuesto hacia los suyos.
Pequeño espacio relegado este blog que me pertenece tanto como a uds. y hace tiempo no comparto nada, no por falta de tiempo ni ganas, no por falta de contenido ni necesidad, pero por falta de esa sensación de que mis ideas están lo suficientemente organizadas como para entregarlas de manera que produzcan algo.
Cuando escribo necesito exprimir cada idea, cada anécdota, cada sensación hasta llegar a su esencia, poder resumir, simplificar y encontrar el núcleo del que puedan absorber y nutrir la idea original que intento transmitir.
Soy un fiel creyente de que lo material es vencido por el paso del tiempo, pero lo intangible puede durar para siempre.
Un golpe puede modificar nuestra forma temporalmente, una piedra puede bloquearnos el camino por un instante pero un concepto, un sueño, un ideal puede cambiarnos la existencia por toda la eternidad.
Hago esta introducción para que reconozcan la intencionalidad del hilado fino que comienza en las próximas líneas, para que sientan cada palabra, cada frase y cada párrafo como una ofrenda desde éste corazón expuesto hacia los suyos.
Hace unos breves días releía una
frase de uno de mis escritores favoritos, Chuck Palahniuk, autor del club de la
pelea y otras genialidades que recomiendo seriamente leer. La frase reza: “Es
tan difícil olvidar el dolor, pero es incluso más difícil recordar la dulzura.
No tenemos cicatrices para mostrar de la felicidad. Aprendemos tan poco de la
paz.”
Pensaba en tantos años y tantos post de este blog rememorando el sufrimiento vivido, recordando un padre y una familia en general cuya violencia psicológica y abandono me marcaron para siempre.
Recordaba las mentiras, la culpa por no haber terminado mis estudios, la constante auto crítica a todo lo que hacía, la depresión, los ataques de pánico, sentirme solo y alejado del resto, sentir que mi lugar en el mundo era siempre frío, siempre distante, siempre incomprendido, tanto dolor, tanta soledad, tanta mierda dando vueltas…
Sentí el peso de esas palabras caer cual yunque sobre mi espalda, presionando todo y abriéndome los ojos como hace tiempo no pasaba. Era tan cierto, tan fácil ponerse a disposición de la miseria y cambiar la tranquilidad mental por un mar picado de dolor. No tengo en mi cuerpo registro de los besos, de los abrazos, de las caricias ni de las noches compartidas con aquellas personas que quise. No han dejado marcas en mí ser las palabras de aliento, ni de afecto tanto como me han marcado los insultos o reproches despechados.
Tengo un repertorio de aprendizajes en cada caída, en cada pelea, en cada crisis y en cada sufrimiento. Soy el primero en repetir cual loro “El dolor es maestro / El dolor enseña…” y sin embargo no puedo expresar con certeza si aprendí o no algo de mi primer beso, de mi primera vez, de la segunda, de la tercera, algo que esté a la par con lo que he aprendido del dolor. Supe como todos, que el fuego quema, cuando lo sentí abrasar en carne propia y mi lección fue tomar distancia y tener cuidado siempre que tuviera que hacer uso del mismo.
Supe como todos, que un beso es agradable, cuando sentí el calor húmedo de otros labios sobre los míos y a pesar de ser una experiencia que uno quiere repetir, no creo haber aprendido nada significativo. No entendí sobre los riegos vitales, no me sentí vulnerable ni mortal más de la cuenta, no tuve miedo ni pensé lo que podría haber pasado de haberse agravado o sostenido la situación, no puse nada en la balanza ni lo comparé con otras experiencias, lo disfruté cual fue y no hubo mucho más.
Sinceramente no puedo evitar compartir la conclusión: “Aprendemos tan poco de la paz.”
Pero con el correr de las semanas me fui distanciando de todo este recordatorio doloroso, empecé a sentirlo innecesario al contrario de ocasiones en las que pensaba que olvidar lo sucedido podría llevarme a repetirlo o que sería dejar ir impunes a los victimarios y finalmente desmerecerme como víctima.
Elegí conectarme nuevamente con lo positivo y lo neutral, con aquello que me llena el alma, me apasiona, todo lo que me hace bien a sabiendas de que no dura para siempre y a cada calma le sigue una tormenta.
Hoy pensaba que no hace falta ser fuerte siempre, sino cuando la situación lo requiera. Un gran ejemplo sería un mundial, donde hay que ganar cuatro partidos para ser campeón. Octavos, Cuartos, Semis y Final. (Sin contar las fases de grupos y esas cosas dependiendo del deporte.) Después de consagrarse campeones pueden perder el 100% de los partidos jugados a futuro, sin embargo fueron los mejores del mundo cuando la situación lo requirió.
En el Tao Te Ching se habla de un ser humano que vagando por la naturaleza no es afectado por la misma, los tigres no encuentran lugar donde hincar sus colmillos, los rinocerontes no pueden embestirlo y el veneno de las serpientes no lo afecta. No por ser inmortal, simplemente porque no se cruza con ninguna de estas bestias en su camino.
Pensaba en tantos años y tantos post de este blog rememorando el sufrimiento vivido, recordando un padre y una familia en general cuya violencia psicológica y abandono me marcaron para siempre.
Recordaba las mentiras, la culpa por no haber terminado mis estudios, la constante auto crítica a todo lo que hacía, la depresión, los ataques de pánico, sentirme solo y alejado del resto, sentir que mi lugar en el mundo era siempre frío, siempre distante, siempre incomprendido, tanto dolor, tanta soledad, tanta mierda dando vueltas…
Sentí el peso de esas palabras caer cual yunque sobre mi espalda, presionando todo y abriéndome los ojos como hace tiempo no pasaba. Era tan cierto, tan fácil ponerse a disposición de la miseria y cambiar la tranquilidad mental por un mar picado de dolor. No tengo en mi cuerpo registro de los besos, de los abrazos, de las caricias ni de las noches compartidas con aquellas personas que quise. No han dejado marcas en mí ser las palabras de aliento, ni de afecto tanto como me han marcado los insultos o reproches despechados.
Tengo un repertorio de aprendizajes en cada caída, en cada pelea, en cada crisis y en cada sufrimiento. Soy el primero en repetir cual loro “El dolor es maestro / El dolor enseña…” y sin embargo no puedo expresar con certeza si aprendí o no algo de mi primer beso, de mi primera vez, de la segunda, de la tercera, algo que esté a la par con lo que he aprendido del dolor. Supe como todos, que el fuego quema, cuando lo sentí abrasar en carne propia y mi lección fue tomar distancia y tener cuidado siempre que tuviera que hacer uso del mismo.
Supe como todos, que un beso es agradable, cuando sentí el calor húmedo de otros labios sobre los míos y a pesar de ser una experiencia que uno quiere repetir, no creo haber aprendido nada significativo. No entendí sobre los riegos vitales, no me sentí vulnerable ni mortal más de la cuenta, no tuve miedo ni pensé lo que podría haber pasado de haberse agravado o sostenido la situación, no puse nada en la balanza ni lo comparé con otras experiencias, lo disfruté cual fue y no hubo mucho más.
Sinceramente no puedo evitar compartir la conclusión: “Aprendemos tan poco de la paz.”
Pero con el correr de las semanas me fui distanciando de todo este recordatorio doloroso, empecé a sentirlo innecesario al contrario de ocasiones en las que pensaba que olvidar lo sucedido podría llevarme a repetirlo o que sería dejar ir impunes a los victimarios y finalmente desmerecerme como víctima.
Elegí conectarme nuevamente con lo positivo y lo neutral, con aquello que me llena el alma, me apasiona, todo lo que me hace bien a sabiendas de que no dura para siempre y a cada calma le sigue una tormenta.
Hoy pensaba que no hace falta ser fuerte siempre, sino cuando la situación lo requiera. Un gran ejemplo sería un mundial, donde hay que ganar cuatro partidos para ser campeón. Octavos, Cuartos, Semis y Final. (Sin contar las fases de grupos y esas cosas dependiendo del deporte.) Después de consagrarse campeones pueden perder el 100% de los partidos jugados a futuro, sin embargo fueron los mejores del mundo cuando la situación lo requirió.
En el Tao Te Ching se habla de un ser humano que vagando por la naturaleza no es afectado por la misma, los tigres no encuentran lugar donde hincar sus colmillos, los rinocerontes no pueden embestirlo y el veneno de las serpientes no lo afecta. No por ser inmortal, simplemente porque no se cruza con ninguna de estas bestias en su camino.
Mi punto es que la vida nos marea
con miles de posibilidades y circunstancias todo el tiempo pero lo único que
nos pasa es lo que nos está pasando y solo estando en el momento podemos
enfretarlo.
En cada segundo tenemos la oportunidad de dar un giro brusco que modifique cual efecto mariposa el resto de nuestra vida, solo hay que estar despierto y dispuesto a tomarlo.
Conciente de todo esto a partir de ahora voy a intentar ponerle énfasis a recordar lo positivo, lo dulce, lo agradable y sacar alguna conclusión de la calma y la paz. Con el correr de los días fui testigo de que la buena onda, la confianza, el amor y el respeto triunfan por sobre todo cuando son honestos. “Vincit Omnia Veritas” (La verdad lo conquista todo).
Creo ser capaz de brindarme por completo a mis pasiones, siendo la más grande de todas, vivir la vida. No pretendo huir de mi sentir, quiero arriesgar más cada vez, saltar feliz a cada nueva aventura y no comerme la cabeza con posibilidades que no son lo que está pasando ahora. Si estoy en mi cabeza no estoy en el momento, necesito aprender a conectarme más con los momentos y pensar menos acerca de ellos. Pensar es bueno, no todo el tiempo, no tan intenso, no a mi ritmo. Aprender a reconocer las patas flojas y trabajar sobre ellas fue siempre mi tarea desde el día que dejé terapia y hoy más que nunca quiero hacerme cargo de aflojar el pensar y prender el sentir.
La vida, es en gran parte, lo que uno desea que sea. Cuando quise que sea el dolor de los recuerdos, lo fue. Hoy le pido que sea la incertidumbre del mañana y la sonrisa de mi rostro, hoy le pido que me deje ser.
Hoy.
Como siempre, Hoy.
Mañana no sé.
Ayer ya fue.
Hoy estoy.
Hoy soy yo.
Hoy.
En cada segundo tenemos la oportunidad de dar un giro brusco que modifique cual efecto mariposa el resto de nuestra vida, solo hay que estar despierto y dispuesto a tomarlo.
Conciente de todo esto a partir de ahora voy a intentar ponerle énfasis a recordar lo positivo, lo dulce, lo agradable y sacar alguna conclusión de la calma y la paz. Con el correr de los días fui testigo de que la buena onda, la confianza, el amor y el respeto triunfan por sobre todo cuando son honestos. “Vincit Omnia Veritas” (La verdad lo conquista todo).
Creo ser capaz de brindarme por completo a mis pasiones, siendo la más grande de todas, vivir la vida. No pretendo huir de mi sentir, quiero arriesgar más cada vez, saltar feliz a cada nueva aventura y no comerme la cabeza con posibilidades que no son lo que está pasando ahora. Si estoy en mi cabeza no estoy en el momento, necesito aprender a conectarme más con los momentos y pensar menos acerca de ellos. Pensar es bueno, no todo el tiempo, no tan intenso, no a mi ritmo. Aprender a reconocer las patas flojas y trabajar sobre ellas fue siempre mi tarea desde el día que dejé terapia y hoy más que nunca quiero hacerme cargo de aflojar el pensar y prender el sentir.
La vida, es en gran parte, lo que uno desea que sea. Cuando quise que sea el dolor de los recuerdos, lo fue. Hoy le pido que sea la incertidumbre del mañana y la sonrisa de mi rostro, hoy le pido que me deje ser.
Hoy.
Como siempre, Hoy.
Mañana no sé.
Ayer ya fue.
Hoy estoy.
Hoy soy yo.
Hoy.
PD: Quisiera escribir más pero estoy en el trabajo y entre atender a la gente y atender a la escritura se me estaría secando el cerebro jajaja los quiero una banda y prometo publicar con mayor frecuencia.
M.C.
viernes, 15 de enero de 2016
Familia
Siempre quise una familia. No porque no la tuviera, no
porque mi familia fuera horrible o la sufriera de ninguna forma en particular
más de la que todos sufrimos a nuestras familias con esa cuota de amor infaltable,
no sé si había una razón que predominara, era un deseo que se encontraba en mi
interior desde que tengo memoria.
No me gustaba estar solo, ni sentirme solo y mi familia me hacía sentir vivo, feliz y motivado.
Madre, padre, hermanas, tíos, abuelos, primos y todas esas reuniones familiares rodeado de mucha gente siempre en una casa distinta donde aparecía un primo lejano o nacía un nuevo integrante y ese aprecio por los lazos que me inculcaron toda la vida fomentaba el amor por aquellos que me rodeaban.
Conforme fui creciendo las cosas cambiaron de color, se volvieron más nítidas y aparecieron esas distancias insalvables por actitudes o formas de pensar completamente opuestas.
En cuánto fui lo suficientemente mayor como para librarme de la obligación de figurar en reuniones, cumpleaños o cualquier tipo de ocasión que me acercara a ese lejano concepto de “familia”, dejé de asistir.
Me borré por completo bajo la excusa de que yo era un niño y si querían verme podían venir a buscarme o expresamente pedirme que fuera.
Pero nunca vinieron y si alguna vez me reclamaron quizás mis oídos no estaban prestando la suficiente atención, creé alrededor mío una cortina impenetrable de humo bajo la consigna: “No me importa nada, soy frío, no los quiero, no los necesito y pase lo que pase nadie me comprende, soy un outsider, un forastero incomprendido que vive bien con su soledad.”
Así me alejé del mundo por años, convencido de que no tenía sentimientos, que solo la soledad era mi compañera y la única que algún día me reclamaría con gusto sería la muerte a pesar de mi desesperación por evitarla a toda costa.
Había un grito ahogado en mi interior pidiendo rescate: “Quiero vivir ¡Sálvenme!” que jamás llegó a ningún oído y si lo hizo lo ignoro.
Crecer es obligatorio, madurar es opcional y paulatinamente mi entorno fue cambiando, se volvió más difícil sostener la fantasía de la frialdad desapegada emocionalmente cuando solo se veía una empatía excesivamente preocupada.
Se puede mentir al mundo, pero no se puede mentir a uno mismo, finalmente hace muy poco tuve que aceptar que las cosas me importan demasiado, las siento demasiado y por mucho que pretenda no involucrarme, todo eso de lo que me alejo termina por encontrarme.
Tras largos años de terapia entiendo que cuando uno ve las cosas no hay vuelta atrás, no se puede volver a cometer “ciertos” errores porque uno los comete ignorando, cuando puede ver lo garrafalmente equivocado que se encontraba se vuelve imposible recaer.
Generar, cultivar y valorar lazos con otras personas es parte de mi ser de la misma forma que lo es el sentimiento de pertenencia a una familia y si bien aprendí que la de sangre es la que toca pero la verdadera es aquella que uno se va construyendo con los años es casi imposible no caer en la memoria y preguntarse si todavía se pueden salvar esas distancias que uno impuso.
Hoy comprendo que mis amistades están basadas en mi concepto de “familia”. Porque familia no es aquella que nos toca, familia no es un conjunto de roles inmóviles que si fallan nos dejan incompletos como persona.
Es cierto que no tuve al padre que me hubiera gustado tener, es cierto que no fue un padre responsable y mucho menos ejemplar y a pesar de que no se puede negar su paternidad puedo decir que aprendí muy pocas cosas de él.
Pero parte de lo que me formó como persona fue tenerlo de referencia negativa, estaba seguro de que no quería ser como él bajo ningún concepto y de alguna manera quizás me enseñó como “no” ser, sin que sea esa su intención.
A su vez, teniendo una madre ejemplar, hasta el día de la fecha hay muchas cosas que no comparto con ella y que no desearía compartir jamás porque tenemos visiones muy dispares de la vida así como compartimos muchas otras cosas.
No son la familia que elegí, no son más que un eslabón en la infinita cadena de la causalidad de la que todos formamos parte, incluso aquellos que elegí en mi vida para desarrollar una amistad son solo los que estaban en mi camino.
Mi concepto de familia no impone incondicionalidad, no propone protocolos, no conoce reglas ni entiende de tiempos o distancias, contiene un solo requisito y es que todo lo que se comparta se comparta por afecto y con respeto.
No obligo a nadie a verme, no demando un lugar en sus vidas, no reclamo aquello que di con amor cuando me veo traicionado, soy como el agua, si me dan un lugar me acomodo y por más que sea un segundo será pleno e íntimo, sin falsedades, porque no puedo ser nadie más que yo, me vean como me vean.
“Familia” para mi es a quien puedo darle todo lo posible pura y sinceramente por afecto, sin esperar nada a cambio, sin siquiera mencionarlo, sin ego, enteramente por lo feliz que me vuelve que sean parte de mi vida y sentir de alguna forma que soy parte de las suyas.
Siempre quise una familia y me duele en el alma la historia familiar que me ha tocado vivir pero supe construirme en éstos cortos veintitantos años una familia enorme que crece todos los días y lo hice a prueba y error, no soy ningún santo, he lastimado gente como me han lastimado a mí y quizás peor, sin embargo no pretendo esconderme bajo ninguna cortina nunca más, seré siempre responsable de mis actos y estaré siempre abierto a enmendar todo lo posible, a salvar todas las distancias y curar todas las heridas.
En cada escuela, en cada trabajo, en cada organización donde milité, en todas partes busqué ese sentido de pertenencia que calmaba mis temores e hice sacrificios para seguir perteneciendo incluso cuando ciertas situaciones superaban mis niveles de tolerancia o violentaban mis principios y quizás fue un error “usar” esos lugares para satisfacer una necesidad emocional mal direccionada, pero también fue necesario para reconocerlo y aprender. Tuve que dejar “círculos” y “lugares de pertenencia” una y otra vez afrontando nuevas pérdidas, reviviendo viejas heridas, para lograr ver que mi única necesidad era reconciliar el concepto de familia y entender que no hay forma de volver en el tiempo llevando todo mi saber actual a un pasado que no cambia porque quien debe cambiar es mi futuro.
Mi historia no dejará de ser la misma, la olvide o la recuerde a diario y si ha de serme útil que lo sea como piedra fundamental de una vida sin arrepentimientos.
Por mucho que me pese mi abuelo falleció sin haber compartido mi adolescencia ni mi adultez, sin saber que fue bisabuelo ni compartir una cerveza conmigo, mi padre ha de morir en las mismas condiciones, ignorando si sus hijos viven o yacen enterrados en alguna parte y no tengo afecto por ninguno de los dos, mas una suerte de empatía y lástima mezclada con melancolía y tristeza.
Si no puedo sentir afecto, si no puedo brindarme a ellos sin pensarlo, si no me sale ni como idea entonces no puedo decir que son familia. A veces, cuando conozco a alguien, incluso al poco tiempo de conocerlo, le brindo mi tiempo, mis oídos, mis hombros, mis consejos y así sé que valen la pena, porque cuando no deseo ni escucharlos por mas deplorable condición en la que los encuentre, sé que no podría jamás considerarlos parte de mi vida ni sentirme parte de la suya, cuando dicen que yo soy importante para ellos solo deseo dejar de serlo y conservar la sana distancia que me pide el instinto.
Es una extraña sensación darse cuenta de que aquello que más me torturaba (mi historia familiar) y aquello que más deseaba (una familia sana) han sido los pilares que sostuvieron mi vida hasta ahora. Creo que TODO lo que hice lo hice girando en torno a poder conciliar lo sucedido y construir algo positivo con los pequeños avances.
No me gustaba estar solo, ni sentirme solo y mi familia me hacía sentir vivo, feliz y motivado.
Madre, padre, hermanas, tíos, abuelos, primos y todas esas reuniones familiares rodeado de mucha gente siempre en una casa distinta donde aparecía un primo lejano o nacía un nuevo integrante y ese aprecio por los lazos que me inculcaron toda la vida fomentaba el amor por aquellos que me rodeaban.
Conforme fui creciendo las cosas cambiaron de color, se volvieron más nítidas y aparecieron esas distancias insalvables por actitudes o formas de pensar completamente opuestas.
En cuánto fui lo suficientemente mayor como para librarme de la obligación de figurar en reuniones, cumpleaños o cualquier tipo de ocasión que me acercara a ese lejano concepto de “familia”, dejé de asistir.
Me borré por completo bajo la excusa de que yo era un niño y si querían verme podían venir a buscarme o expresamente pedirme que fuera.
Pero nunca vinieron y si alguna vez me reclamaron quizás mis oídos no estaban prestando la suficiente atención, creé alrededor mío una cortina impenetrable de humo bajo la consigna: “No me importa nada, soy frío, no los quiero, no los necesito y pase lo que pase nadie me comprende, soy un outsider, un forastero incomprendido que vive bien con su soledad.”
Así me alejé del mundo por años, convencido de que no tenía sentimientos, que solo la soledad era mi compañera y la única que algún día me reclamaría con gusto sería la muerte a pesar de mi desesperación por evitarla a toda costa.
Había un grito ahogado en mi interior pidiendo rescate: “Quiero vivir ¡Sálvenme!” que jamás llegó a ningún oído y si lo hizo lo ignoro.
Crecer es obligatorio, madurar es opcional y paulatinamente mi entorno fue cambiando, se volvió más difícil sostener la fantasía de la frialdad desapegada emocionalmente cuando solo se veía una empatía excesivamente preocupada.
Se puede mentir al mundo, pero no se puede mentir a uno mismo, finalmente hace muy poco tuve que aceptar que las cosas me importan demasiado, las siento demasiado y por mucho que pretenda no involucrarme, todo eso de lo que me alejo termina por encontrarme.
Tras largos años de terapia entiendo que cuando uno ve las cosas no hay vuelta atrás, no se puede volver a cometer “ciertos” errores porque uno los comete ignorando, cuando puede ver lo garrafalmente equivocado que se encontraba se vuelve imposible recaer.
Generar, cultivar y valorar lazos con otras personas es parte de mi ser de la misma forma que lo es el sentimiento de pertenencia a una familia y si bien aprendí que la de sangre es la que toca pero la verdadera es aquella que uno se va construyendo con los años es casi imposible no caer en la memoria y preguntarse si todavía se pueden salvar esas distancias que uno impuso.
Hoy comprendo que mis amistades están basadas en mi concepto de “familia”. Porque familia no es aquella que nos toca, familia no es un conjunto de roles inmóviles que si fallan nos dejan incompletos como persona.
Es cierto que no tuve al padre que me hubiera gustado tener, es cierto que no fue un padre responsable y mucho menos ejemplar y a pesar de que no se puede negar su paternidad puedo decir que aprendí muy pocas cosas de él.
Pero parte de lo que me formó como persona fue tenerlo de referencia negativa, estaba seguro de que no quería ser como él bajo ningún concepto y de alguna manera quizás me enseñó como “no” ser, sin que sea esa su intención.
A su vez, teniendo una madre ejemplar, hasta el día de la fecha hay muchas cosas que no comparto con ella y que no desearía compartir jamás porque tenemos visiones muy dispares de la vida así como compartimos muchas otras cosas.
No son la familia que elegí, no son más que un eslabón en la infinita cadena de la causalidad de la que todos formamos parte, incluso aquellos que elegí en mi vida para desarrollar una amistad son solo los que estaban en mi camino.
Mi concepto de familia no impone incondicionalidad, no propone protocolos, no conoce reglas ni entiende de tiempos o distancias, contiene un solo requisito y es que todo lo que se comparta se comparta por afecto y con respeto.
No obligo a nadie a verme, no demando un lugar en sus vidas, no reclamo aquello que di con amor cuando me veo traicionado, soy como el agua, si me dan un lugar me acomodo y por más que sea un segundo será pleno e íntimo, sin falsedades, porque no puedo ser nadie más que yo, me vean como me vean.
“Familia” para mi es a quien puedo darle todo lo posible pura y sinceramente por afecto, sin esperar nada a cambio, sin siquiera mencionarlo, sin ego, enteramente por lo feliz que me vuelve que sean parte de mi vida y sentir de alguna forma que soy parte de las suyas.
Siempre quise una familia y me duele en el alma la historia familiar que me ha tocado vivir pero supe construirme en éstos cortos veintitantos años una familia enorme que crece todos los días y lo hice a prueba y error, no soy ningún santo, he lastimado gente como me han lastimado a mí y quizás peor, sin embargo no pretendo esconderme bajo ninguna cortina nunca más, seré siempre responsable de mis actos y estaré siempre abierto a enmendar todo lo posible, a salvar todas las distancias y curar todas las heridas.
En cada escuela, en cada trabajo, en cada organización donde milité, en todas partes busqué ese sentido de pertenencia que calmaba mis temores e hice sacrificios para seguir perteneciendo incluso cuando ciertas situaciones superaban mis niveles de tolerancia o violentaban mis principios y quizás fue un error “usar” esos lugares para satisfacer una necesidad emocional mal direccionada, pero también fue necesario para reconocerlo y aprender. Tuve que dejar “círculos” y “lugares de pertenencia” una y otra vez afrontando nuevas pérdidas, reviviendo viejas heridas, para lograr ver que mi única necesidad era reconciliar el concepto de familia y entender que no hay forma de volver en el tiempo llevando todo mi saber actual a un pasado que no cambia porque quien debe cambiar es mi futuro.
Mi historia no dejará de ser la misma, la olvide o la recuerde a diario y si ha de serme útil que lo sea como piedra fundamental de una vida sin arrepentimientos.
Por mucho que me pese mi abuelo falleció sin haber compartido mi adolescencia ni mi adultez, sin saber que fue bisabuelo ni compartir una cerveza conmigo, mi padre ha de morir en las mismas condiciones, ignorando si sus hijos viven o yacen enterrados en alguna parte y no tengo afecto por ninguno de los dos, mas una suerte de empatía y lástima mezclada con melancolía y tristeza.
Si no puedo sentir afecto, si no puedo brindarme a ellos sin pensarlo, si no me sale ni como idea entonces no puedo decir que son familia. A veces, cuando conozco a alguien, incluso al poco tiempo de conocerlo, le brindo mi tiempo, mis oídos, mis hombros, mis consejos y así sé que valen la pena, porque cuando no deseo ni escucharlos por mas deplorable condición en la que los encuentre, sé que no podría jamás considerarlos parte de mi vida ni sentirme parte de la suya, cuando dicen que yo soy importante para ellos solo deseo dejar de serlo y conservar la sana distancia que me pide el instinto.
Es una extraña sensación darse cuenta de que aquello que más me torturaba (mi historia familiar) y aquello que más deseaba (una familia sana) han sido los pilares que sostuvieron mi vida hasta ahora. Creo que TODO lo que hice lo hice girando en torno a poder conciliar lo sucedido y construir algo positivo con los pequeños avances.
Estoy por desmayarme del sueño, pero empecé a escribir con un dolor de cabeza que me partía al medio y escribo estas lineas en completa paz, sin un asomo de molestia.
Llevo meses con todo esto atragantado y necesitaba descargarlo, necesitaba exponerlo, necesitaré leerlo en unos meses o años pero por ahora me siento desbloqueado, no sabía como escribirlo, no sabía como decirlo y sinceramente no podía escribir sobre otra cosa, no pude durante semanas escribir sobre nada más, todo se borraba, todo se nublaba, todo me parecía demasiado poco... ajeno.
Tendré que seguir profundizando en el asunto pero con mucho menos peso sobre mis hombros.
Gracias por existir.
Adieu!
M.C.
sábado, 5 de diciembre de 2015
Descargar para aguantar.
Llevo meses reprimiendo las ganas de escribir o expresarme por cualquier medio por miedo a lastimar, a mi y a otros. Pero cuando uno reprime lo que siente nada bueno sale de eso y mas daño hace guardárselo adentro.
Tuve un sueño donde tenía una cicatriz enorme en la espalda y cuando me preguntaban que me había pasado contestaba que no me había pasado nada, la había elegido yo, me gustaban las cicatrices y más las que uno podía elegir.
Creo que representa mucho de lo que soy, llevo las marcas de todo lo que me ha pasado con orgullo, no oculto lo que soy ni lo que fuí, no pretendo cambiar mi pasado ni hacer otra cosa que enfrentar mi presente y mi futuro. Pero hay ciertos factores que últimamente me molestan, cuando mínimo me alteran. Parece que uno nunca termina de cortar a la gente de mierda de su vida, cuando pensabas que dejar un amigo atrás era algo entre él y vos resulta que ahora aparecen los "bandos" y le hacen elegir a la gente entre VOS o ÉL cuando aclaraste mil veces que es una actitud pedorra y que no la bancás.
Yo no puedo limitar a nadie, no me corresponde ni me interesa, si alguien no quiere compartir una mesa conmigo es problema suyo, yo comparto la mesa con cualquier amigo de mis amigos aunque lo deteste. Pero nada alcanza, si tomo esa postura también soy el enemigo: "Que fácil es decir si tenés algún problema lo charlamos, si tanto te molesta charlalo vos." No, no es así.
Yo no tengo ningún problema, mientras menos gente de mierda tenga en mi vida y en mi periferia mejor para mí. Pero si esa gente que alejé se mantiene cerca de mis círculos y los limitan, los obligan a elegir, yo no tengo nada mas que hablar con ellos, dudo poder hacerlos entrar en razón y los problemáticos siguen siendo los del otro lado. No deja de indignarme, no deja de molestarme pero no tengo un "problema" en particular con nadie. El que no me quiere ver, el que no me PUEDE ver, el que hace el ridículo cada vez que me ve no soy yo. Yo no me arruino un cumpleaños encerrado en una habitación porque en el comedor hay alguien que no me cae bien, yo no basureo a una persona huyendo de su prescencia frente a los que considero mis amigos, yo no soy así.
Pero aparentemente mas de uno sí y solo muestran la calidad de ser humano que resultaron ser, gente con la que no tengo nada mas que tratar y si llega la instancia en la que deba plantearlo cara a cara no se me caen los anillos ni me tiembla el pulso, afuera de mi vida con carta de invitación y todo.
Porque nunca voy a dar un paso atrás en decisiones que mejoren mi calidad de vida.
Como paréntesis trabajé sólo una semana entera y me espera casi un mes de lo mismo (o más) lo que representa un esfuerzo y un stress extra que no esperaba éste mes. Hacer un trabajo de dos yo sólo es agotador, en cuatro días atendi 478 personas, no sé como voy a pasar el resto del mes pero agradezco a Perón éstos cuatro días de finde y feriados, toda mi vida fuí igual, me pongo a la altura del desafío y después me pincho, por ende cuando vuelva mi compañero espero no morir de un ACV.
Suficientes cosas pasan en una guardia como para enfrentarlas y aguantarlas sin compañía pero si rescato algo es que sigue formándome el carácter a las piñas sin respiro.
Tener que ver familias enteras mientras se les muere el padre, el tío, el hermano, el abuelo y el dolor fluye con todo el llanto, los gritos y la escena lúgubre frente a tus ojos mientras solo pretendías hacerte un aire para fumar un pucho, no hay lugar a donde ir para descansar realmente en un hospital.
Cárguenme todo en la espalda que total aguanto, aguanto, aguanto, hasta que no aguanto mas y exploto o me caigo...
No puedo parar de pensar en la contradicción que me provoca el placer de hacer daño y la culpa de ver sufrir a una persona, el placer de ver sufrir a una persona y la culpa de que me provoque placer.
No se trata de algo físico, no es un sadismo donde inflingir dolor físico me exite ni nada por el estilo, es una de esas cosas que aparece adentro tuyo como un hambre que te consume y cuando le das de comer te pide mas, un miembro fantasma que no sabías controlar y ahora necesitás ejercitar.
Ser el artífice principal del sufrimiento psicológico o emocional de alguien te pone en un lugar disfrutable, quizás se relacione con una posición de poder, algo que todos disfrutamos.
Quizás sea una venganza mal direccionada contra los culpables de mi sufrimiento, no lo se.
Lo que sí se es que se genera una falta de empatía descomunal ante cualquier estímulo de sufrimiento ajeno. En lugar de intentar comprenderlos o ponerme en su lugar, se incrementa mi noción de que NO estoy en su lugar y me posiciona de manera superior desde donde no solo disfruto si no pretendo perpetuar y acrecentar lo sucedido en la medida de lo posible para mi entretenimiento.
Tan consciente soy de éste hecho que cuando sufro yo, no pretendo empatía de nadie porque no creo merecerla, me banco mis penas como puedo y si hacen felíz a otro no me ofende, siento que es recibir la paga con la misma moneda.
Sufro por todas esas relaciones que podrían haber sido algo de no destruir hasta el último dejo de esperanza y afecto entre ambos y al mismo tiempo el placer obtenido por dicha destrucción produjo un éxtasis como pocos he conocido.
Siento que no lo puedo evitar, como si fuera una droga destruyendo todo a su paso en el camino del placer hasta que no deja nada que sentir y nos mata por completo. Es una espada y pared entre experimentar el máximo placer posible a costa de no experimentar nada más o experimentar algo menor por mucho tiempo.
Hay experiencias de las que no se vuelve, todo después de ellas tiene el volumen bajo, carece de gusto, de emoción. Es un conquistador sin nuevas tierras que conquistar, un cazador ante su última presa, la perdida total del principio y el sentido que tiene nuestra acción.
Me gritan los sentidos que no destruya lo que tengo en frente, que puede ser algo lindo y duradero, que no merece sufrir lo que sufrí yo, tanto cariño podría incluso curarme, enderezarme, devolverme al camino del amor y de golpe JA! como si fuera posible, un corazón roto y una voluntad quebrada no tienen remedio, la soledad es mi única compañía y el placer es demasiado fuerte para dejarlo ir, asique ahí voy, con todo, saboreando cada momento mientras desaparece frente a mí lo que construímos juntos en éste tiempo. AH! El éxtasis! La emoción! Las lágrimas, el sufrimiento, la decepción! Todo por la borda! Se hunde el barco en plena sinfonía! y el silencio opacado por mi corazón que no para de latir emocionado, conmovido hasta la médula, vivo...hasta que el silencio se lo come todo nuevamente y solo quedo yo, Satisfecho, por ahora.
Tenía todo esto atragantado, la bronca contra los caretas que me acusan de careta a mí que mas sincero no podría ser con ellos, la bronca contra mi suerte laboral que me exige hasta el límite y entre todo eso abrazar lo que siento realmente que me pasa, como soy o como creo ser ya que soy distinto para cada uno que me conoce.
A veces siento que reprimo demasiado, todo ese odio, toda esa depresión, todo ese morbo, todo aquello que dejo salir cuando nadie me ve o en instancias muy íntimas, aprendí a fingir sonrisas y caras de buena onda para evitar dar las respuestas que me duelen.
Es irónico como aquellos que mas esperanza inspiran, mas amor generan y mas alegrías provocan son los que carecen de todo eso, los verdaderos muertos en vida.
Parece que lo mejor que uno puede dar es lo que le falta, una maldición irónica quizás o una forma de recuperarlo haciéndolo nacer en otros... Quien sabe...
Por ahora siento haber descargado bastante, hacía mucho que no escribía y si bien no es ni la mitad de lo que suelo escribir me sirve, me alcanza, por hoy. Mañana veremos, se me parte la cabeza y tengo sueño.
Adieu!
M.C.
Tuve un sueño donde tenía una cicatriz enorme en la espalda y cuando me preguntaban que me había pasado contestaba que no me había pasado nada, la había elegido yo, me gustaban las cicatrices y más las que uno podía elegir.
Creo que representa mucho de lo que soy, llevo las marcas de todo lo que me ha pasado con orgullo, no oculto lo que soy ni lo que fuí, no pretendo cambiar mi pasado ni hacer otra cosa que enfrentar mi presente y mi futuro. Pero hay ciertos factores que últimamente me molestan, cuando mínimo me alteran. Parece que uno nunca termina de cortar a la gente de mierda de su vida, cuando pensabas que dejar un amigo atrás era algo entre él y vos resulta que ahora aparecen los "bandos" y le hacen elegir a la gente entre VOS o ÉL cuando aclaraste mil veces que es una actitud pedorra y que no la bancás.
Yo no puedo limitar a nadie, no me corresponde ni me interesa, si alguien no quiere compartir una mesa conmigo es problema suyo, yo comparto la mesa con cualquier amigo de mis amigos aunque lo deteste. Pero nada alcanza, si tomo esa postura también soy el enemigo: "Que fácil es decir si tenés algún problema lo charlamos, si tanto te molesta charlalo vos." No, no es así.
Yo no tengo ningún problema, mientras menos gente de mierda tenga en mi vida y en mi periferia mejor para mí. Pero si esa gente que alejé se mantiene cerca de mis círculos y los limitan, los obligan a elegir, yo no tengo nada mas que hablar con ellos, dudo poder hacerlos entrar en razón y los problemáticos siguen siendo los del otro lado. No deja de indignarme, no deja de molestarme pero no tengo un "problema" en particular con nadie. El que no me quiere ver, el que no me PUEDE ver, el que hace el ridículo cada vez que me ve no soy yo. Yo no me arruino un cumpleaños encerrado en una habitación porque en el comedor hay alguien que no me cae bien, yo no basureo a una persona huyendo de su prescencia frente a los que considero mis amigos, yo no soy así.
Pero aparentemente mas de uno sí y solo muestran la calidad de ser humano que resultaron ser, gente con la que no tengo nada mas que tratar y si llega la instancia en la que deba plantearlo cara a cara no se me caen los anillos ni me tiembla el pulso, afuera de mi vida con carta de invitación y todo.
Porque nunca voy a dar un paso atrás en decisiones que mejoren mi calidad de vida.
Como paréntesis trabajé sólo una semana entera y me espera casi un mes de lo mismo (o más) lo que representa un esfuerzo y un stress extra que no esperaba éste mes. Hacer un trabajo de dos yo sólo es agotador, en cuatro días atendi 478 personas, no sé como voy a pasar el resto del mes pero agradezco a Perón éstos cuatro días de finde y feriados, toda mi vida fuí igual, me pongo a la altura del desafío y después me pincho, por ende cuando vuelva mi compañero espero no morir de un ACV.
Suficientes cosas pasan en una guardia como para enfrentarlas y aguantarlas sin compañía pero si rescato algo es que sigue formándome el carácter a las piñas sin respiro.
Tener que ver familias enteras mientras se les muere el padre, el tío, el hermano, el abuelo y el dolor fluye con todo el llanto, los gritos y la escena lúgubre frente a tus ojos mientras solo pretendías hacerte un aire para fumar un pucho, no hay lugar a donde ir para descansar realmente en un hospital.
Cárguenme todo en la espalda que total aguanto, aguanto, aguanto, hasta que no aguanto mas y exploto o me caigo...
No puedo parar de pensar en la contradicción que me provoca el placer de hacer daño y la culpa de ver sufrir a una persona, el placer de ver sufrir a una persona y la culpa de que me provoque placer.
No se trata de algo físico, no es un sadismo donde inflingir dolor físico me exite ni nada por el estilo, es una de esas cosas que aparece adentro tuyo como un hambre que te consume y cuando le das de comer te pide mas, un miembro fantasma que no sabías controlar y ahora necesitás ejercitar.
Ser el artífice principal del sufrimiento psicológico o emocional de alguien te pone en un lugar disfrutable, quizás se relacione con una posición de poder, algo que todos disfrutamos.
Quizás sea una venganza mal direccionada contra los culpables de mi sufrimiento, no lo se.
Lo que sí se es que se genera una falta de empatía descomunal ante cualquier estímulo de sufrimiento ajeno. En lugar de intentar comprenderlos o ponerme en su lugar, se incrementa mi noción de que NO estoy en su lugar y me posiciona de manera superior desde donde no solo disfruto si no pretendo perpetuar y acrecentar lo sucedido en la medida de lo posible para mi entretenimiento.
Tan consciente soy de éste hecho que cuando sufro yo, no pretendo empatía de nadie porque no creo merecerla, me banco mis penas como puedo y si hacen felíz a otro no me ofende, siento que es recibir la paga con la misma moneda.
Sufro por todas esas relaciones que podrían haber sido algo de no destruir hasta el último dejo de esperanza y afecto entre ambos y al mismo tiempo el placer obtenido por dicha destrucción produjo un éxtasis como pocos he conocido.
Siento que no lo puedo evitar, como si fuera una droga destruyendo todo a su paso en el camino del placer hasta que no deja nada que sentir y nos mata por completo. Es una espada y pared entre experimentar el máximo placer posible a costa de no experimentar nada más o experimentar algo menor por mucho tiempo.
Hay experiencias de las que no se vuelve, todo después de ellas tiene el volumen bajo, carece de gusto, de emoción. Es un conquistador sin nuevas tierras que conquistar, un cazador ante su última presa, la perdida total del principio y el sentido que tiene nuestra acción.
Me gritan los sentidos que no destruya lo que tengo en frente, que puede ser algo lindo y duradero, que no merece sufrir lo que sufrí yo, tanto cariño podría incluso curarme, enderezarme, devolverme al camino del amor y de golpe JA! como si fuera posible, un corazón roto y una voluntad quebrada no tienen remedio, la soledad es mi única compañía y el placer es demasiado fuerte para dejarlo ir, asique ahí voy, con todo, saboreando cada momento mientras desaparece frente a mí lo que construímos juntos en éste tiempo. AH! El éxtasis! La emoción! Las lágrimas, el sufrimiento, la decepción! Todo por la borda! Se hunde el barco en plena sinfonía! y el silencio opacado por mi corazón que no para de latir emocionado, conmovido hasta la médula, vivo...hasta que el silencio se lo come todo nuevamente y solo quedo yo, Satisfecho, por ahora.
Tenía todo esto atragantado, la bronca contra los caretas que me acusan de careta a mí que mas sincero no podría ser con ellos, la bronca contra mi suerte laboral que me exige hasta el límite y entre todo eso abrazar lo que siento realmente que me pasa, como soy o como creo ser ya que soy distinto para cada uno que me conoce.
A veces siento que reprimo demasiado, todo ese odio, toda esa depresión, todo ese morbo, todo aquello que dejo salir cuando nadie me ve o en instancias muy íntimas, aprendí a fingir sonrisas y caras de buena onda para evitar dar las respuestas que me duelen.
Es irónico como aquellos que mas esperanza inspiran, mas amor generan y mas alegrías provocan son los que carecen de todo eso, los verdaderos muertos en vida.
Parece que lo mejor que uno puede dar es lo que le falta, una maldición irónica quizás o una forma de recuperarlo haciéndolo nacer en otros... Quien sabe...
Por ahora siento haber descargado bastante, hacía mucho que no escribía y si bien no es ni la mitad de lo que suelo escribir me sirve, me alcanza, por hoy. Mañana veremos, se me parte la cabeza y tengo sueño.
Adieu!
M.C.
sábado, 31 de octubre de 2015
Política, amistades y resolución.
Necesito escribir, porque me abruma tanto peso en el cerebro con todo lo que está pasando y necesito hacerlo en éste espacio porque es mío.
Aquel que no quiera leer mi analisis político, personal y mis reflexiones no está obligado a hacerlo pero si se tomó la molestia de abrir éste link y entrar a mi blog le pido que sea fiel a su lectura y la termine, desde la primera hasta la última letra, sin reservas y haga con ella lo que le parezca correcto.
Hay una sola realidad e infinitas formas de interpretarla, formas que son ambiguas en sí mismas, que van mutando constantemente y formas estáticas, tan rígidas que no permiten otra interpretación que se desvíe de su base.
Éste fenómeno se genera en la mente de cada sujeto, para algunos el mundo se acaba en un minuto y para otros es eterno, algunos creen en la reencarnación y otros en la muerte definitiva, sería imposible unificar todas las visiones en una y esas diversas interpretaciones de la realidad son las que enriquecen la vida cotidiana al verse enfrentadas constántemente de persona a persona.
Soy de los que piensan que se puede y se debe pensar diferente, respetar las creencias y la forma de ver la realidad de cada individuo pero lo que no es obligatorio es compartir dichas creencias o visiones, disentir es un derecho y cuando uno no está de acuerdo con el otro, lo lógico es hacer un balance de CUÁNTO y QUÉ se puede compartir con dicha persona.
Todo tiene un límite y las verdaderas amistades, los vínculos mas fuertes son aquellos que comparten lo que ambos consideran escencial, uno puede ser amigo o estar en pareja con alguien que ame las mismas cosas, piense parecido pero ODIE fervientemente algo que uno ama, si es algo trivial, por ejemplo yo amo a los perros y si a un amigo no le gustan no me parece un motivo para terminar una amistad si compartimos tantas otras cosas, pero jamás podría ser amigo de alguien que odie la música, el arte o la idea de interactuar persona a persona en cada oportunidad posible.
Reitero, todo tiene un límite y algunos de mis límites son el maltrato o la irresponsabilidad para con los hijos, la imposibilidad de compartir los problemas que nos aquejan, la falta de comunicación, tener que ser siempre uno el que inicie o de pié al contácto verbal o físico, etc. Son límites propios que me han hecho chocar contra mas de un amigo que terminó saliendo de mi vida por donde entró y no me siento mal ni dolido, no me afectan los recuerdos del pasado ni creo que estaría mejor con ellos de nuevo en mi vida porque la idea de no poder compartir lo que considero escencial con aquellas personas a las que estimo me atosiga mas que la idea de sostener amistades por el mero hecho de ser amistades o de un mínimo aprecio que cada día se devalúa mas o me pide que ignore ciertos factores para ser felíz. Si la ignorancia es dicha prefiero ser un sabio infelíz.
Tengo y siempre tuve un carácter y una personalidad fuerte, soy así y me hago cargo de todo lo que genera eso alrededor mío, me ha dado los mejores amigos que pueda desear y también los ha sacado de mi vida cuando cruzaron líneas que siempre tuve marcadas, quizás a algunos el árbol les tapa el bosque y confunden mis motivos con pequeñeces, allá ellos, tengo muy en claro los motivos reales por los cuales incluyo o excluyo gente en mi círculo afectivo.
Con el correr de éstos días, tras una elección que me afectó al punto de los dolores de cabeza, las náuseas, el desgano y una pequeña depresión emocional se deja ver una vez mas que hay cosas que me importan demasiado y me reconozco como militante de un proyecto político que tiene muy en claro los intereses que defiende y desea para su patria. Soy peronista y jamás lo negué, porque es el espacio político que sintetiza mis ideas en el contexto socio cultural en el que nací, no fuí siempre peronista y sin embargo al mirar para atrás en mi historia casi todas las cosas que pensaba, decía y hacía se pueden calificar de acciones peronistas, lo que terminó de formar mi identidad como tal.
A mi no me da igual todo, creo en un proyecto de país y estoy preparado para dar la vida en defensa del mismo, me hierve la sangre ante las injusticias acá y en todas partes a pesar de ser una persona con la sangre fría en general, a la que nada la afecta, porque vivo en un mundo capitalista que me pide cierta frialdad para sobrevivir. Nadie está libre de pecados en un mundo enfermo de perro come perro y no pretendo inventar un purismo que no tengo, ni decir que soy mejor que nadie, cada vida es valiosa de por sí y todos cuidamos la nuestra por sobre la de los demás en un 90% de los casos, nos sacrificamos por otros cuando esos otros significan mucho más para uno que uno mismo.
Dicho todo ésto yo no voy a pedirles que voten a éste u otro candidato, no voy a pedirles que miren para atrás y hagan un balance de su vida antes y después de éste gobierno, no voy a asustarlos diciendo lo que se puede venir ni alegrarlos contándoles como podemos evitarlo, no solo porque no me siento capáz de cambiarles la forma de pensar ni generar en uds. una capacidad de retrospección sino porque tampoco me interesa hacerlo, cada quien es responsable de lo que hace con su vida, con sus ideas y con el sobre que ponen en la urna.
Lo que si vengo a pedir es que me miren bien, que me lean bien, que traten de entender de verdad que clase de ser humano es aquel al que llaman "amigo" o "compañero" o "conocido", el Misael Capria que habla con uds. a diario y el que les habla una vez cada tanto.
Porque no voy a dejar de insistir en la idea: A MI NO ME DA TODO IGUAL y en éstos tiempos de cambio no voy a sostener un montón de amistades pero no quiero que se confundan ni que me malinterpreten. Durante tres años fuí y sigo yendo a las villas de emergencia de la ciudad de buenos aires, durante tres años discuto política y me formo todo lo posible para transformar la realidad de mi país, durante tres años sin importar que remera tenga puesta me puse la camiseta de Argentina, durante tres años hice todo lo posible con todos mis errores, mis imposibilidades y mis mambos para colaborar en hacer una pequeña, mínima diferencia en la vida de unos pocos y durante tres años y todos los que sean necesarios lo voy a seguir haciendo junto con un montón de cosas más.
Desde el día que elegí empezar a militar mis prioridades cambiaron y me encontré con mucha gente que me rodeaba desde hacía años ejerciendo una suerte de resistencia a mis actividades militantes, por los motivos que fueran, solía tomármelo con humor, solía ignorarlo y sostener amistades porque una vez generado el afecto es muy difícil sentarse en la misma mesa y escuchar atrocidades sin contestarlas por miedo a perderlos y encima, que me hechen la culpa a mí de intolerante.
Vos decís que los negros son todos una mierda que deberían morir, vos odiás, sos un promotor del genocidio y como yo no tolero esa idea, decido terminar con nuestra relación ¿Y el intolerante soy yo? ¿Porqué no tolero tu intolerancia? ¿Me tengo que quedar callado y decirte que está todo bien con que pienses así pero no lo comparto y con esa brecha en ideología seguir compartiendo nuestras vidas cotidianas? ¿Me quedo callado mientras vos compartís videos de veinte monos matando a golpes a un ladrón y yo comparto fotos arreglando una plaza del mismo barrio que acaba de perder un pibe?
¿Tan tibio puedo ser? ¿Puedo ignorar que seas parte de la corriente de pensamiento que intento combatir? ¿Tengo que alegar que nos conocimos antes de que supiera como pensás y de que se generara todo ésto en mí? ¿Y ahora que lo sé tengo que pretender que ya es tarde para dejarte ir y sostener una amistad con una contradicción que para vos es chica y para mi es enorme?
¿Si la ideología nos separa, qué nos une? ¿Las experiencias vivídas? ¿Los amigos en común? ¿La vida? ¿Cómo te abrazo con cariño cuando sé que tu voto me hizo perder el trabajo? ¿Cómo te pido una mano cuando me siento mal si el orígen de mi malestar son los que piensan como vos?
El día que crucé las puertas de la primer unidad básica donde empecé a militar supe que se cerraban atrás mío y no había vuelta atrás, sostengo esa decisión y ahora mas que nunca ¿Y sabés porqué?
Porque por primera vez en mi vida TENGO MIEDO después de un resultado electoral, por primera vez me preocupo no sólo por mí sino por la gente que me rodea, mientras veo a mi alrededor gente que se lo toma a la ligera como si no pasara nada, cambia el que se sienta en el sillón de la rosada y el resto sigue igual. ¿Querés que te diga lo que pasó en mi vida con cada uno que estuvo sentado en ese sillón?
No existían los regalos de navidad, de cumpleaños, de reyes magos, de año nuevo ni de nada, no sobraba comida, no sobraba ropa, me mudé nueve (9) veces en menos de ocho años, no iba al cine, no salía a comer afuera, a veces no podía tomar un colectivo, olvidarme una luz prendida nos costaba mucha plata, cocinar por mucho tiempo con el gas lo mismo y ni te cuento de pegarte una ducha larga, me despertaba constántemente el sonido de mi vieja llorando en la oscuridad, la vi vender todos sus CD's originales entre lágrimas y sonrisas porque sabía que al menos iba a poder pagar las cuentas, poniendo un tema cada tanto sabiendo que no lo iba a volver a escuchar porque no teníamos ni computadora ni internet y un DISCMAN era la única forma de escucharlo porque la radio no pasa lo que uno quiere cuando quiere, tuve que regalar mi perro ante la imposibilidad de llevarlo al único departamento que podíamos alquilar, no me sentía libre de nada, no quería pedirle nada a nadie para que no se sintieran mal por no poder dármelo y cuando las cosas no daban para más, siendo un niño que no entendía nada de política pero entendía que lo que pasaba era culpa del gobierno agarré dos tapas de cacerolas y salí a la calle a hacer ruído, mi mamá me hacía upa para colgarme de los tachos de basura y los semáforos mientras gritaba y cantaba con todos los vecinos de mi barrio que sufrían igual que nosotros, corrí de plazas que eran de todos, ví morir a los que reclamaban como yo, ví los caballos avanzando encima de mis compatriotas mientras la policía federal les rompía la cabeza sin asco a mujeres y hombres por igual, ví patrulleros llenos de gente gritando de rabia y las columnas de humo negro que ardían como nuestra sangre, ví gente comer de la basura por todas partes, ví puertas blindadas de treinta centímetros de grosor ser ATRAVESADAS por la cantidad constánte de golpes de martillo durante días y días en las puertas de cada banco que retenía los ahorros de toda una vida y ví a mi vieja laburar en negro por años, ví a mi escuela pública sin tizas ni borradores, ví al gobierno tratar de convertir el polideportivo en el que jugaba fútbol todos los sábados en un shopping, ví niños siendo hospitalizados tras desmayarse por la falta de comida, vi madres a las piñas en un supermercado por el último sachet de leche, vi desesperación en masa.
Y después, cuando cambió el tipo que se sentaba en el sillón de la rosada ví a mi vieja conseguir trabajo en blanco, ví a mis hermanas empezar a trabajar, empecé a trabajar yo también, ví cada CD original de vuelta en su lugar, ví por primera vez el sur de mi país, ví mi placard lleno de ropa, ví filas de autos saliendo de vacaciones en cada fin de semana largo, ví chicos conociendo el mar por primera vez como no se veía desde la época de perón, ví paritarias todos los años, ví gente en negro que pudo cobrar su jubilación y se le reconoció cada día trabajado, ví aumentar el mínimo vital y móvil tantas veces que perdí la cuenta, ví panzas llenas y corazones contentos a pesar de los muchos que faltan, ví cientos de hospitales y universidades nuevas, ví lanzamientos de satélites propios, ví heladeras y lavarropas nacionales, ví tantas cosas diferentes a las que había visto que no me alcanza el espacio ni el tiempo para ennumerarlas todas pero las ví y las sigo viendo.
Y ahora veo todo eso en riesgo, veo el pasado muy cerca y no quiero volver a ver todo eso que ví.
No me pidas que me de igual, no me pidas que no me acuerde, no me pidas que me chupe todo un huevo, no me pidas que siga siendo tu amigo en las buenas cuando tu persona amenaza con llevarme a las malas de nuevo, no me pidas que en tiempos donde el llamado de la patria es mas fuerte que todo atienda el llamado de individualismos que no afectan a nadie mas que a vos y a mí.
Es hora de elegir entre el colectivo o el individual y no voy a elegirme a mí ni a vos, nos elijo a todos y si no podes entender que eso te incluye, si crees que te excluye, si crees que te aleja, si crees que mi amor por la patria nos distancia, me hace relegar de atender algo mucho mas inmediato, sos libre de interpretarlo como tal pero a mi modo de verlo, no estás entendiendo nada, ni a mí, ni al momento histórico que estamos atravesando y nos atraviesa. No quiero vivir una vida vacía e ignorar lo que pasa en mi país, no formar parte de los procesos de transformación, es eso.
Si tu ideología es la que impulsa tu voto, si tu ideología es la que marca tu manera de vivir, si tu ideología es la que te mueve, en cada palabra, en cada acto, en cada cosa que hacés entonces te pido que te hagas cargo de la misma y entiendas que si tu ideología y la mía nos llevan por caminos diferentes es un orgullo estar parados en veredas distintas, porque estamos convencidos de estar donde tenemos que estar pero si no es así, si no tenes una ideología formada, si no te mueve la ideología entonces, amigo mío, no me culpes a mí por ser brutal con vos, por ser sincero y por excluirte de mi vida, si hay algún culpable es aquel que pretende ser amigo de alguien que sabe lo que quiere para su vida sin saber uno lo que busca.
Un racista sabe que no puede ser amigo de un negro y si se hace amigo tiene que dejar el racismo atrás.
La ideología es fundamento y base de un estilo de vida, yo tengo muy en claro cual es la mía y la voy a seguir a morir, porque hay mucha gente que piensa como yo y es de esa gente de la que quiero estar rodeado, si lo que nos ata es anecdótico, es temporal, son momentos compartidos en un pasado, no te enojes si el futuro no nos reencuentra, tenés mi afecto y mi respeto, pero no vas a tener mi amistad mientras sigas viviendo en un NI NI, ni ésto ni aquello.
No te voy a llamar para decirte que ya no podemos ser amigos, nos vamos a ir dando cuenta solos, pero cuando llegue ese momento, acordate de mis palabras: Yo sé quien soy, quien quiero ser y me hago cargo de mi historia, de mi pasado, de mi presente y de mi futuro. Si vos no, no me culpes a mí por eso, mirate en el espejo, hacé la autocrítica necesaria y definite, porque yo siempre voy a estar abierto al diálogo pero ésta casa se reserva el derecho de admisión y permanencia.
Realidad hay una sola, formas de interpretarla infinitas, mi forma de ver las cosas es ésta y a su vez es mucho mas compleja que todo lo que puedo escribir en una entrada de blog, en cada momento que pasa mis conceptos de realidad mutan, evolucionan, avanzan pero la base es siempre la misma, criterio personal y es ese criterio el que de ahora en mas va a purgar mucha gente de mi círculo interno y estoy mas que preparado para ello.
Porque no lo hice antes por miedo, porque no lo hice antes por lástima pero no es tiempo para ser tibio y cuando la patria está en juego, todo está permitido menos defenderla.
Ésta es mi defensa primordial, rodearme de aquellas personas que compartan mi visión de patria y trabajen por ella, a los tibios los vomita dios.
Creo que descargué todo lo que llevo días pensando, al menos por ahora, cada quien verá donde se para, yo sé muy bien desde donde digo todo ésto y porqué lo digo.
Adieu!
M.C.
Aquel que no quiera leer mi analisis político, personal y mis reflexiones no está obligado a hacerlo pero si se tomó la molestia de abrir éste link y entrar a mi blog le pido que sea fiel a su lectura y la termine, desde la primera hasta la última letra, sin reservas y haga con ella lo que le parezca correcto.
Hay una sola realidad e infinitas formas de interpretarla, formas que son ambiguas en sí mismas, que van mutando constantemente y formas estáticas, tan rígidas que no permiten otra interpretación que se desvíe de su base.
Éste fenómeno se genera en la mente de cada sujeto, para algunos el mundo se acaba en un minuto y para otros es eterno, algunos creen en la reencarnación y otros en la muerte definitiva, sería imposible unificar todas las visiones en una y esas diversas interpretaciones de la realidad son las que enriquecen la vida cotidiana al verse enfrentadas constántemente de persona a persona.
Soy de los que piensan que se puede y se debe pensar diferente, respetar las creencias y la forma de ver la realidad de cada individuo pero lo que no es obligatorio es compartir dichas creencias o visiones, disentir es un derecho y cuando uno no está de acuerdo con el otro, lo lógico es hacer un balance de CUÁNTO y QUÉ se puede compartir con dicha persona.
Todo tiene un límite y las verdaderas amistades, los vínculos mas fuertes son aquellos que comparten lo que ambos consideran escencial, uno puede ser amigo o estar en pareja con alguien que ame las mismas cosas, piense parecido pero ODIE fervientemente algo que uno ama, si es algo trivial, por ejemplo yo amo a los perros y si a un amigo no le gustan no me parece un motivo para terminar una amistad si compartimos tantas otras cosas, pero jamás podría ser amigo de alguien que odie la música, el arte o la idea de interactuar persona a persona en cada oportunidad posible.
Reitero, todo tiene un límite y algunos de mis límites son el maltrato o la irresponsabilidad para con los hijos, la imposibilidad de compartir los problemas que nos aquejan, la falta de comunicación, tener que ser siempre uno el que inicie o de pié al contácto verbal o físico, etc. Son límites propios que me han hecho chocar contra mas de un amigo que terminó saliendo de mi vida por donde entró y no me siento mal ni dolido, no me afectan los recuerdos del pasado ni creo que estaría mejor con ellos de nuevo en mi vida porque la idea de no poder compartir lo que considero escencial con aquellas personas a las que estimo me atosiga mas que la idea de sostener amistades por el mero hecho de ser amistades o de un mínimo aprecio que cada día se devalúa mas o me pide que ignore ciertos factores para ser felíz. Si la ignorancia es dicha prefiero ser un sabio infelíz.
Tengo y siempre tuve un carácter y una personalidad fuerte, soy así y me hago cargo de todo lo que genera eso alrededor mío, me ha dado los mejores amigos que pueda desear y también los ha sacado de mi vida cuando cruzaron líneas que siempre tuve marcadas, quizás a algunos el árbol les tapa el bosque y confunden mis motivos con pequeñeces, allá ellos, tengo muy en claro los motivos reales por los cuales incluyo o excluyo gente en mi círculo afectivo.
Con el correr de éstos días, tras una elección que me afectó al punto de los dolores de cabeza, las náuseas, el desgano y una pequeña depresión emocional se deja ver una vez mas que hay cosas que me importan demasiado y me reconozco como militante de un proyecto político que tiene muy en claro los intereses que defiende y desea para su patria. Soy peronista y jamás lo negué, porque es el espacio político que sintetiza mis ideas en el contexto socio cultural en el que nací, no fuí siempre peronista y sin embargo al mirar para atrás en mi historia casi todas las cosas que pensaba, decía y hacía se pueden calificar de acciones peronistas, lo que terminó de formar mi identidad como tal.
A mi no me da igual todo, creo en un proyecto de país y estoy preparado para dar la vida en defensa del mismo, me hierve la sangre ante las injusticias acá y en todas partes a pesar de ser una persona con la sangre fría en general, a la que nada la afecta, porque vivo en un mundo capitalista que me pide cierta frialdad para sobrevivir. Nadie está libre de pecados en un mundo enfermo de perro come perro y no pretendo inventar un purismo que no tengo, ni decir que soy mejor que nadie, cada vida es valiosa de por sí y todos cuidamos la nuestra por sobre la de los demás en un 90% de los casos, nos sacrificamos por otros cuando esos otros significan mucho más para uno que uno mismo.
Dicho todo ésto yo no voy a pedirles que voten a éste u otro candidato, no voy a pedirles que miren para atrás y hagan un balance de su vida antes y después de éste gobierno, no voy a asustarlos diciendo lo que se puede venir ni alegrarlos contándoles como podemos evitarlo, no solo porque no me siento capáz de cambiarles la forma de pensar ni generar en uds. una capacidad de retrospección sino porque tampoco me interesa hacerlo, cada quien es responsable de lo que hace con su vida, con sus ideas y con el sobre que ponen en la urna.
Lo que si vengo a pedir es que me miren bien, que me lean bien, que traten de entender de verdad que clase de ser humano es aquel al que llaman "amigo" o "compañero" o "conocido", el Misael Capria que habla con uds. a diario y el que les habla una vez cada tanto.
Porque no voy a dejar de insistir en la idea: A MI NO ME DA TODO IGUAL y en éstos tiempos de cambio no voy a sostener un montón de amistades pero no quiero que se confundan ni que me malinterpreten. Durante tres años fuí y sigo yendo a las villas de emergencia de la ciudad de buenos aires, durante tres años discuto política y me formo todo lo posible para transformar la realidad de mi país, durante tres años sin importar que remera tenga puesta me puse la camiseta de Argentina, durante tres años hice todo lo posible con todos mis errores, mis imposibilidades y mis mambos para colaborar en hacer una pequeña, mínima diferencia en la vida de unos pocos y durante tres años y todos los que sean necesarios lo voy a seguir haciendo junto con un montón de cosas más.
Desde el día que elegí empezar a militar mis prioridades cambiaron y me encontré con mucha gente que me rodeaba desde hacía años ejerciendo una suerte de resistencia a mis actividades militantes, por los motivos que fueran, solía tomármelo con humor, solía ignorarlo y sostener amistades porque una vez generado el afecto es muy difícil sentarse en la misma mesa y escuchar atrocidades sin contestarlas por miedo a perderlos y encima, que me hechen la culpa a mí de intolerante.
Vos decís que los negros son todos una mierda que deberían morir, vos odiás, sos un promotor del genocidio y como yo no tolero esa idea, decido terminar con nuestra relación ¿Y el intolerante soy yo? ¿Porqué no tolero tu intolerancia? ¿Me tengo que quedar callado y decirte que está todo bien con que pienses así pero no lo comparto y con esa brecha en ideología seguir compartiendo nuestras vidas cotidianas? ¿Me quedo callado mientras vos compartís videos de veinte monos matando a golpes a un ladrón y yo comparto fotos arreglando una plaza del mismo barrio que acaba de perder un pibe?
¿Tan tibio puedo ser? ¿Puedo ignorar que seas parte de la corriente de pensamiento que intento combatir? ¿Tengo que alegar que nos conocimos antes de que supiera como pensás y de que se generara todo ésto en mí? ¿Y ahora que lo sé tengo que pretender que ya es tarde para dejarte ir y sostener una amistad con una contradicción que para vos es chica y para mi es enorme?
¿Si la ideología nos separa, qué nos une? ¿Las experiencias vivídas? ¿Los amigos en común? ¿La vida? ¿Cómo te abrazo con cariño cuando sé que tu voto me hizo perder el trabajo? ¿Cómo te pido una mano cuando me siento mal si el orígen de mi malestar son los que piensan como vos?
El día que crucé las puertas de la primer unidad básica donde empecé a militar supe que se cerraban atrás mío y no había vuelta atrás, sostengo esa decisión y ahora mas que nunca ¿Y sabés porqué?
Porque por primera vez en mi vida TENGO MIEDO después de un resultado electoral, por primera vez me preocupo no sólo por mí sino por la gente que me rodea, mientras veo a mi alrededor gente que se lo toma a la ligera como si no pasara nada, cambia el que se sienta en el sillón de la rosada y el resto sigue igual. ¿Querés que te diga lo que pasó en mi vida con cada uno que estuvo sentado en ese sillón?
No existían los regalos de navidad, de cumpleaños, de reyes magos, de año nuevo ni de nada, no sobraba comida, no sobraba ropa, me mudé nueve (9) veces en menos de ocho años, no iba al cine, no salía a comer afuera, a veces no podía tomar un colectivo, olvidarme una luz prendida nos costaba mucha plata, cocinar por mucho tiempo con el gas lo mismo y ni te cuento de pegarte una ducha larga, me despertaba constántemente el sonido de mi vieja llorando en la oscuridad, la vi vender todos sus CD's originales entre lágrimas y sonrisas porque sabía que al menos iba a poder pagar las cuentas, poniendo un tema cada tanto sabiendo que no lo iba a volver a escuchar porque no teníamos ni computadora ni internet y un DISCMAN era la única forma de escucharlo porque la radio no pasa lo que uno quiere cuando quiere, tuve que regalar mi perro ante la imposibilidad de llevarlo al único departamento que podíamos alquilar, no me sentía libre de nada, no quería pedirle nada a nadie para que no se sintieran mal por no poder dármelo y cuando las cosas no daban para más, siendo un niño que no entendía nada de política pero entendía que lo que pasaba era culpa del gobierno agarré dos tapas de cacerolas y salí a la calle a hacer ruído, mi mamá me hacía upa para colgarme de los tachos de basura y los semáforos mientras gritaba y cantaba con todos los vecinos de mi barrio que sufrían igual que nosotros, corrí de plazas que eran de todos, ví morir a los que reclamaban como yo, ví los caballos avanzando encima de mis compatriotas mientras la policía federal les rompía la cabeza sin asco a mujeres y hombres por igual, ví patrulleros llenos de gente gritando de rabia y las columnas de humo negro que ardían como nuestra sangre, ví gente comer de la basura por todas partes, ví puertas blindadas de treinta centímetros de grosor ser ATRAVESADAS por la cantidad constánte de golpes de martillo durante días y días en las puertas de cada banco que retenía los ahorros de toda una vida y ví a mi vieja laburar en negro por años, ví a mi escuela pública sin tizas ni borradores, ví al gobierno tratar de convertir el polideportivo en el que jugaba fútbol todos los sábados en un shopping, ví niños siendo hospitalizados tras desmayarse por la falta de comida, vi madres a las piñas en un supermercado por el último sachet de leche, vi desesperación en masa.
Y después, cuando cambió el tipo que se sentaba en el sillón de la rosada ví a mi vieja conseguir trabajo en blanco, ví a mis hermanas empezar a trabajar, empecé a trabajar yo también, ví cada CD original de vuelta en su lugar, ví por primera vez el sur de mi país, ví mi placard lleno de ropa, ví filas de autos saliendo de vacaciones en cada fin de semana largo, ví chicos conociendo el mar por primera vez como no se veía desde la época de perón, ví paritarias todos los años, ví gente en negro que pudo cobrar su jubilación y se le reconoció cada día trabajado, ví aumentar el mínimo vital y móvil tantas veces que perdí la cuenta, ví panzas llenas y corazones contentos a pesar de los muchos que faltan, ví cientos de hospitales y universidades nuevas, ví lanzamientos de satélites propios, ví heladeras y lavarropas nacionales, ví tantas cosas diferentes a las que había visto que no me alcanza el espacio ni el tiempo para ennumerarlas todas pero las ví y las sigo viendo.
Y ahora veo todo eso en riesgo, veo el pasado muy cerca y no quiero volver a ver todo eso que ví.
No me pidas que me de igual, no me pidas que no me acuerde, no me pidas que me chupe todo un huevo, no me pidas que siga siendo tu amigo en las buenas cuando tu persona amenaza con llevarme a las malas de nuevo, no me pidas que en tiempos donde el llamado de la patria es mas fuerte que todo atienda el llamado de individualismos que no afectan a nadie mas que a vos y a mí.
Es hora de elegir entre el colectivo o el individual y no voy a elegirme a mí ni a vos, nos elijo a todos y si no podes entender que eso te incluye, si crees que te excluye, si crees que te aleja, si crees que mi amor por la patria nos distancia, me hace relegar de atender algo mucho mas inmediato, sos libre de interpretarlo como tal pero a mi modo de verlo, no estás entendiendo nada, ni a mí, ni al momento histórico que estamos atravesando y nos atraviesa. No quiero vivir una vida vacía e ignorar lo que pasa en mi país, no formar parte de los procesos de transformación, es eso.
Si tu ideología es la que impulsa tu voto, si tu ideología es la que marca tu manera de vivir, si tu ideología es la que te mueve, en cada palabra, en cada acto, en cada cosa que hacés entonces te pido que te hagas cargo de la misma y entiendas que si tu ideología y la mía nos llevan por caminos diferentes es un orgullo estar parados en veredas distintas, porque estamos convencidos de estar donde tenemos que estar pero si no es así, si no tenes una ideología formada, si no te mueve la ideología entonces, amigo mío, no me culpes a mí por ser brutal con vos, por ser sincero y por excluirte de mi vida, si hay algún culpable es aquel que pretende ser amigo de alguien que sabe lo que quiere para su vida sin saber uno lo que busca.
Un racista sabe que no puede ser amigo de un negro y si se hace amigo tiene que dejar el racismo atrás.
La ideología es fundamento y base de un estilo de vida, yo tengo muy en claro cual es la mía y la voy a seguir a morir, porque hay mucha gente que piensa como yo y es de esa gente de la que quiero estar rodeado, si lo que nos ata es anecdótico, es temporal, son momentos compartidos en un pasado, no te enojes si el futuro no nos reencuentra, tenés mi afecto y mi respeto, pero no vas a tener mi amistad mientras sigas viviendo en un NI NI, ni ésto ni aquello.
No te voy a llamar para decirte que ya no podemos ser amigos, nos vamos a ir dando cuenta solos, pero cuando llegue ese momento, acordate de mis palabras: Yo sé quien soy, quien quiero ser y me hago cargo de mi historia, de mi pasado, de mi presente y de mi futuro. Si vos no, no me culpes a mí por eso, mirate en el espejo, hacé la autocrítica necesaria y definite, porque yo siempre voy a estar abierto al diálogo pero ésta casa se reserva el derecho de admisión y permanencia.
Realidad hay una sola, formas de interpretarla infinitas, mi forma de ver las cosas es ésta y a su vez es mucho mas compleja que todo lo que puedo escribir en una entrada de blog, en cada momento que pasa mis conceptos de realidad mutan, evolucionan, avanzan pero la base es siempre la misma, criterio personal y es ese criterio el que de ahora en mas va a purgar mucha gente de mi círculo interno y estoy mas que preparado para ello.
Porque no lo hice antes por miedo, porque no lo hice antes por lástima pero no es tiempo para ser tibio y cuando la patria está en juego, todo está permitido menos defenderla.
Ésta es mi defensa primordial, rodearme de aquellas personas que compartan mi visión de patria y trabajen por ella, a los tibios los vomita dios.
Creo que descargué todo lo que llevo días pensando, al menos por ahora, cada quien verá donde se para, yo sé muy bien desde donde digo todo ésto y porqué lo digo.
Adieu!
M.C.
martes, 13 de octubre de 2015
Armonía, el corazón de la ilusión.
Bueno demasiado tiempo sin escribir hasta para mí. Un poco de música para relajar y vamos a darle a éstas lineas contenido suficiente para satisfacer el alma.
Tengo mil cosas que contar y me cuesta decidir por dónde empezar pero creo que como todo tiene la misma linea podemos empezar por eso e ir desarrollando.
Como siempre digo, envejecer es obligatorio y madurar es opcional. Las cosas que nos pasan nos enseñan pero depende de nosotros aprender y me considero una persona que aprende de TODO, constantemente. Trato de sacarle hasta la última gota de conocimiento a la experiencia mas mínima y tomar eso para avanzar en la vida, es un ejercicio al que cuesta tomarle el ritmo pero una vez aprendido se vuelve una costumbre muy útil.
Además tengo alma de aventurero y nunca le digo que no a una oportunidad que me permita expandir mis horizontes por ende cuando me ofrecieron organizar un viaje a córdoba para ir a la oktoberfest (fiesta de la cerveza) no dude un segundo en decir que sí. Dos semanas antes de viajar nos pusimos a revisar hoteles y paquetes de viaje, de hecho pagamos todo antes de siquiera saber como íbamos a llegar y dos días antes conseguimos auto DE PEDO para alquilar y salir el viernes mismo después del trabajo. Y nos fuímos, del sábado al lunes en santa rosa de calamuchita a veinte minutos de villa gral. belgrano donde era el evento, pasamos un fin de semana increíble con mucho alcohol y mucha diversión.
Irte de viaje con cuatro personas que no conoces tanto es una experiencia en sí misma, en especial porque de golpe te das cuenta de cómo son realmente y más cuando están bajo los efectos de diversas sustancias (yo no juzgo, cada quién disfruta la vida a su manera). Pero cinco personas con mambos distintos compartiéndolos en el mismo espacio físico puede ser un poco complicado, a pesar de todo me demostró que estoy mas cerca de un chabón de treinta y un años que de la gente de mi edad.
En sentido de ubicación, de madurez y en mambo, yo fuí fiel a mi mismo y disfruté todo a mi manera. Cada perro que pasaba como siempre se quedó conmigo a disfrutar unos mimos, cada minuto de paisaje me senté a respirarlo y hablé con personas de todos lados para escuchar anécdotas e historias. Allá me encontré con una chica de la cual no tengo ganas de hablar mucho para no quemar las cosas pero si todo va como viene hasta ahora digamos que se vienen algunos cambios interesantes.
Por sobre todas las cosas por primera vez en años me siento en armonía con mi entorno, haberme manejado perfectamente por gps y mapa en un lugar que no conozco y terminar indicándole calles a gente local demuestra que cuando uno está en sintonía con lo que quiere todo se va dando. Desde que planificamos el viaje todo nos salió redondo, no nos paró un solo control en la ida, no nos pasó nada, encontré a la persona que quería encontrar sin señal de celular en una fiesta con miles de personas DOS VECES, nos alcanzó la plata justa y sobró lo suficiente para hacer gastos de más, todo salió mejor de lo que podríamos haber imaginado y eso para mí fué la experiencia mas hermosa de todas.
Volví con mucha paz y no es solamente por el viaje, me siento realmente en armonía con todo, capaz de enfrentar cualquier problema o situación conforme se presente y siento que camino en línea recta.
Estoy decidido a dejar de trabajar de forma esclavizante para terceros que me piden que haga lo que no me gusta para justificar un sueldo que no me alcanza para la vida que deseo, de a poco estoy convencido de que la vida me está llevando a donde tengo que ir para ser yo en mi máxima expresión y eso es porque me decidí a serlo antes de llegar.
Ahora sé que llegue a donde llegue siempre voy a ser el mísmo y lo único que va a cambiar es la oportunidad que tenga de hacer más con lo que soy.
Siempre consideré que cuando uno está armónico los animales son los primeros que se dan cuenta y la cantidad de perros en córdoba dispuestos a cruzar calles y volver sobre sus pasos para venir a compartir un momento conmigo son toda la prueba que necesito para confirmar mi estado mental.
Antes de viajar sostuve una conversación filosófica con un amigo sobre ésto, la armonía. Dónde para mí armonía era aceptar las verdades mas profundas que uno tiene y esas verdades te liberan de las mentiras que te comprás para poder convivir en sociedad.
Por ejemplo, los nombres. El nombre que se me ha otorgado no es mi verdadero nombre, en el taoísmo hay una frase que reza: "El tao (camino) que puede ser nombrado no es el verdadero tao." yo no soy Misael Capria, yo soy "___" yo nací siendo yo sin tener un nombre convenido por nadie y si se hubieran negado a nombrarme seguiría siendo el mismo.
¿Alguna vez se preguntaron porque tenemos la necesidad de nombrar cosas? Esa necesidad es la mísma que la de encacillar, separar, dividir, compartimentar "para entender". Mientras mas separas las cosas, mas te alejas de ellas y menos las comprendés y mientras mas te acercás menos ves.
Mi verdadero nombre no puede ser pronunciado y solo lo pueden conocer aquellos que no lo busquen ¿Acaso los perros callejeros tienen nombre? y sin embargo "son perros" pero ¿Es lo mismo cualquier perro? ¿Todos se llaman perro? ¿Qué diferencia a un perro de otro perro? ¿Su forma? ¿Su color? ¿Su ladrido? A pesar de todo cuando tenemos dos "perros" frente a nuestros ojos SABEMOS quien es quien y asimilamos instantáneamente su individualidad al mismo tiempo que los reconocemos como parte del todo que nos incluye.
El ser humano trata de separarse de todo y crear artificialmente un mundo paralelo, un mundo social, un mundo con pautas reguladas para sentir seguridad en un mundo caótico fuera de su control y mientras mas luchan por separarse de la causalidad menos humanos se vuelven o mejor dicho MAS humanos se vuelven y pierden todo camino natural.
Hay que abrazar el caos y la falta de control, hay que abrazar las verdaderas formas naturales que nos incluyen dentro de un todo armónico y lo sabemos todos en la parte de atrás de nuestra mente que obligamos a bloquearse al mundo.
Lo entendemos cuando mirámos a alguien a los ojos y vemos mas allá de todo lo que jamás podría decirnos, lo entendemos cuando no nos alcanzan las palabras para describir la sensación de afecto de un abrazo con una persona o un animal, cuando vemos nacer una nueva vida o morir una vieja.
Lo entendemos cuando hacemos el amor y nos rodea un aura incomprensible de emociones, lo entendemos cuando escuchamos música o saboreamos una comida, está ahí, latente, presente, todo el tiempo. Ese conocimiento ancestral que nos marca el camino del cual pretendemos rebelarnos para seguir en el imaginario de que tenemos un piso firme que nos aguanta en cada paso.
Para aprender a volar no hace falta saltar, hay que romper las bases que nos atan.
Nada que pueda ser nombrado es realmente lo que es y nada que pueda ser comprendido por la razón será fiel reflejo de lo que es.
Asesinen esas ganas de entender y remítanse a comprender de verdad. Dejen de lado la búsqueda futíl de respuestas y escuchen con el alma. Si les digo que pueden hablar con una piedra me van a tratar de loco pero si su idea de hablar es con palabras, con lógica, retórica y elocuencia, esperando respuestas que puedan transcribir a texto entónces ni lo intenten. Pero si su idea de hablar va mas allá de la comunicación verbal entonces háganme caso y salgan a charlar con la tierra, con el cielo, con los árboles y las nubes, con los perros y lo gatos, con los ojos y las pieles, con el día y con la noche, porque tienen canciones hermosas que cantar, tienen historias profundas que contar y por sobre todo tienen voces que desgarran hasta el corazón de los mas valientes y quiebran las mentes de los mas ilustrados.
Acúsenme de loco o poeta, de optimista o desquiciado, no me ofenden. Tampoco me dan lástima, siento en el alma sus dudas de la misma forma que algún día sentí las mías, pero la entrega es absoluta y cuando uno se entrega a la vida la vida lo recibe. Sin nombres, sin problemas, sin pasado, sin presente, sin futuro, sin vestimenta, sin ideas, sin nada mas que un cuerpo y un alma, dispuestos a escuchar y a recibir a cambio de todo lo que son.
El día que puedan renunciar a todo lo que piensan que son van a ganarse a ustédes mismos. Sin egos.
El ego pelea, el ego disputa, el ego pretende, el ego necesita, nosotros no.
Porque nacimos como parte de un todo y por mucho que luchemos por separarnos, independizarnos y pretender que no formamos parte de ninguna cadena o estamos en la cima de la misma, pretender que solo se puede interactuar entre nosotros es una mentira que tarde o temprano se cae ante nuestros ojos.
Libérense de todo aquello que los ata a lo social y convenido, atense únicamente a lo natural y caótico.
Yo le dí mi alma a la tormenta y la ví irse con el viento, penetrar en cada nube, llover sobre la tierra y crecer en cada árbol, alimentar todos los bichos que alimentaron a los pájaros cuyos huevos dieron vida que fue comida por otro ser y sentí por primera vez que estaba en todos y si mi alma le pertenecía al mundo entonces el mundo le pertenecía a mi alma.
No nos poseíamos, nos prestábamos de a ratos, un poco mío, un poco tuyo, un poco nuestro.
Éramos perfectos porque éramos nosotros.
Libérense de los prejuicios, pero no dejen de vivir en éste mundo social porque es prácticamente imposible. Prendan el chip y apáguenlo, cada vez que puedan.
Vayan a vivir la mentira diaria y vuelvan todos los días al todo. Fluyan, acá y allá, un poco cada moménto. Hasta el día en que puedan volver a la fuente y ser parte del todo habiéndo experimentado la vida lo más pleno posible y si se quedan con ganas vuelvan otra vez a vivir.
Acá vamos a estar siempre, abran los ojos, abran el alma.
Espero alguno pueda comprender que lo que digo es real.
Espero alguno pueda comprender sin tener que leer.
Espero alguno apague el pensar y sienta mis palabras.
Espero.
Adieu!
M.C.
Tengo mil cosas que contar y me cuesta decidir por dónde empezar pero creo que como todo tiene la misma linea podemos empezar por eso e ir desarrollando.
Como siempre digo, envejecer es obligatorio y madurar es opcional. Las cosas que nos pasan nos enseñan pero depende de nosotros aprender y me considero una persona que aprende de TODO, constantemente. Trato de sacarle hasta la última gota de conocimiento a la experiencia mas mínima y tomar eso para avanzar en la vida, es un ejercicio al que cuesta tomarle el ritmo pero una vez aprendido se vuelve una costumbre muy útil.
Además tengo alma de aventurero y nunca le digo que no a una oportunidad que me permita expandir mis horizontes por ende cuando me ofrecieron organizar un viaje a córdoba para ir a la oktoberfest (fiesta de la cerveza) no dude un segundo en decir que sí. Dos semanas antes de viajar nos pusimos a revisar hoteles y paquetes de viaje, de hecho pagamos todo antes de siquiera saber como íbamos a llegar y dos días antes conseguimos auto DE PEDO para alquilar y salir el viernes mismo después del trabajo. Y nos fuímos, del sábado al lunes en santa rosa de calamuchita a veinte minutos de villa gral. belgrano donde era el evento, pasamos un fin de semana increíble con mucho alcohol y mucha diversión.
Irte de viaje con cuatro personas que no conoces tanto es una experiencia en sí misma, en especial porque de golpe te das cuenta de cómo son realmente y más cuando están bajo los efectos de diversas sustancias (yo no juzgo, cada quién disfruta la vida a su manera). Pero cinco personas con mambos distintos compartiéndolos en el mismo espacio físico puede ser un poco complicado, a pesar de todo me demostró que estoy mas cerca de un chabón de treinta y un años que de la gente de mi edad.
En sentido de ubicación, de madurez y en mambo, yo fuí fiel a mi mismo y disfruté todo a mi manera. Cada perro que pasaba como siempre se quedó conmigo a disfrutar unos mimos, cada minuto de paisaje me senté a respirarlo y hablé con personas de todos lados para escuchar anécdotas e historias. Allá me encontré con una chica de la cual no tengo ganas de hablar mucho para no quemar las cosas pero si todo va como viene hasta ahora digamos que se vienen algunos cambios interesantes.
Por sobre todas las cosas por primera vez en años me siento en armonía con mi entorno, haberme manejado perfectamente por gps y mapa en un lugar que no conozco y terminar indicándole calles a gente local demuestra que cuando uno está en sintonía con lo que quiere todo se va dando. Desde que planificamos el viaje todo nos salió redondo, no nos paró un solo control en la ida, no nos pasó nada, encontré a la persona que quería encontrar sin señal de celular en una fiesta con miles de personas DOS VECES, nos alcanzó la plata justa y sobró lo suficiente para hacer gastos de más, todo salió mejor de lo que podríamos haber imaginado y eso para mí fué la experiencia mas hermosa de todas.
Volví con mucha paz y no es solamente por el viaje, me siento realmente en armonía con todo, capaz de enfrentar cualquier problema o situación conforme se presente y siento que camino en línea recta.
Estoy decidido a dejar de trabajar de forma esclavizante para terceros que me piden que haga lo que no me gusta para justificar un sueldo que no me alcanza para la vida que deseo, de a poco estoy convencido de que la vida me está llevando a donde tengo que ir para ser yo en mi máxima expresión y eso es porque me decidí a serlo antes de llegar.
Ahora sé que llegue a donde llegue siempre voy a ser el mísmo y lo único que va a cambiar es la oportunidad que tenga de hacer más con lo que soy.
Siempre consideré que cuando uno está armónico los animales son los primeros que se dan cuenta y la cantidad de perros en córdoba dispuestos a cruzar calles y volver sobre sus pasos para venir a compartir un momento conmigo son toda la prueba que necesito para confirmar mi estado mental.
Antes de viajar sostuve una conversación filosófica con un amigo sobre ésto, la armonía. Dónde para mí armonía era aceptar las verdades mas profundas que uno tiene y esas verdades te liberan de las mentiras que te comprás para poder convivir en sociedad.
Por ejemplo, los nombres. El nombre que se me ha otorgado no es mi verdadero nombre, en el taoísmo hay una frase que reza: "El tao (camino) que puede ser nombrado no es el verdadero tao." yo no soy Misael Capria, yo soy "___" yo nací siendo yo sin tener un nombre convenido por nadie y si se hubieran negado a nombrarme seguiría siendo el mismo.
¿Alguna vez se preguntaron porque tenemos la necesidad de nombrar cosas? Esa necesidad es la mísma que la de encacillar, separar, dividir, compartimentar "para entender". Mientras mas separas las cosas, mas te alejas de ellas y menos las comprendés y mientras mas te acercás menos ves.
Mi verdadero nombre no puede ser pronunciado y solo lo pueden conocer aquellos que no lo busquen ¿Acaso los perros callejeros tienen nombre? y sin embargo "son perros" pero ¿Es lo mismo cualquier perro? ¿Todos se llaman perro? ¿Qué diferencia a un perro de otro perro? ¿Su forma? ¿Su color? ¿Su ladrido? A pesar de todo cuando tenemos dos "perros" frente a nuestros ojos SABEMOS quien es quien y asimilamos instantáneamente su individualidad al mismo tiempo que los reconocemos como parte del todo que nos incluye.
El ser humano trata de separarse de todo y crear artificialmente un mundo paralelo, un mundo social, un mundo con pautas reguladas para sentir seguridad en un mundo caótico fuera de su control y mientras mas luchan por separarse de la causalidad menos humanos se vuelven o mejor dicho MAS humanos se vuelven y pierden todo camino natural.
Hay que abrazar el caos y la falta de control, hay que abrazar las verdaderas formas naturales que nos incluyen dentro de un todo armónico y lo sabemos todos en la parte de atrás de nuestra mente que obligamos a bloquearse al mundo.
Lo entendemos cuando mirámos a alguien a los ojos y vemos mas allá de todo lo que jamás podría decirnos, lo entendemos cuando no nos alcanzan las palabras para describir la sensación de afecto de un abrazo con una persona o un animal, cuando vemos nacer una nueva vida o morir una vieja.
Lo entendemos cuando hacemos el amor y nos rodea un aura incomprensible de emociones, lo entendemos cuando escuchamos música o saboreamos una comida, está ahí, latente, presente, todo el tiempo. Ese conocimiento ancestral que nos marca el camino del cual pretendemos rebelarnos para seguir en el imaginario de que tenemos un piso firme que nos aguanta en cada paso.
Para aprender a volar no hace falta saltar, hay que romper las bases que nos atan.
Nada que pueda ser nombrado es realmente lo que es y nada que pueda ser comprendido por la razón será fiel reflejo de lo que es.
Asesinen esas ganas de entender y remítanse a comprender de verdad. Dejen de lado la búsqueda futíl de respuestas y escuchen con el alma. Si les digo que pueden hablar con una piedra me van a tratar de loco pero si su idea de hablar es con palabras, con lógica, retórica y elocuencia, esperando respuestas que puedan transcribir a texto entónces ni lo intenten. Pero si su idea de hablar va mas allá de la comunicación verbal entonces háganme caso y salgan a charlar con la tierra, con el cielo, con los árboles y las nubes, con los perros y lo gatos, con los ojos y las pieles, con el día y con la noche, porque tienen canciones hermosas que cantar, tienen historias profundas que contar y por sobre todo tienen voces que desgarran hasta el corazón de los mas valientes y quiebran las mentes de los mas ilustrados.
Acúsenme de loco o poeta, de optimista o desquiciado, no me ofenden. Tampoco me dan lástima, siento en el alma sus dudas de la misma forma que algún día sentí las mías, pero la entrega es absoluta y cuando uno se entrega a la vida la vida lo recibe. Sin nombres, sin problemas, sin pasado, sin presente, sin futuro, sin vestimenta, sin ideas, sin nada mas que un cuerpo y un alma, dispuestos a escuchar y a recibir a cambio de todo lo que son.
El día que puedan renunciar a todo lo que piensan que son van a ganarse a ustédes mismos. Sin egos.
El ego pelea, el ego disputa, el ego pretende, el ego necesita, nosotros no.
Porque nacimos como parte de un todo y por mucho que luchemos por separarnos, independizarnos y pretender que no formamos parte de ninguna cadena o estamos en la cima de la misma, pretender que solo se puede interactuar entre nosotros es una mentira que tarde o temprano se cae ante nuestros ojos.
Libérense de todo aquello que los ata a lo social y convenido, atense únicamente a lo natural y caótico.
Yo le dí mi alma a la tormenta y la ví irse con el viento, penetrar en cada nube, llover sobre la tierra y crecer en cada árbol, alimentar todos los bichos que alimentaron a los pájaros cuyos huevos dieron vida que fue comida por otro ser y sentí por primera vez que estaba en todos y si mi alma le pertenecía al mundo entonces el mundo le pertenecía a mi alma.
No nos poseíamos, nos prestábamos de a ratos, un poco mío, un poco tuyo, un poco nuestro.
Éramos perfectos porque éramos nosotros.
Libérense de los prejuicios, pero no dejen de vivir en éste mundo social porque es prácticamente imposible. Prendan el chip y apáguenlo, cada vez que puedan.
Vayan a vivir la mentira diaria y vuelvan todos los días al todo. Fluyan, acá y allá, un poco cada moménto. Hasta el día en que puedan volver a la fuente y ser parte del todo habiéndo experimentado la vida lo más pleno posible y si se quedan con ganas vuelvan otra vez a vivir.
Acá vamos a estar siempre, abran los ojos, abran el alma.
Espero alguno pueda comprender que lo que digo es real.
Espero alguno pueda comprender sin tener que leer.
Espero alguno apague el pensar y sienta mis palabras.
Espero.
Adieu!
M.C.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)