viernes, 29 de mayo de 2015

Catarsis positiva y soluciones económicas

Hoy mas que nunca necesito escribir, tengo toda ésta ansiedad contenida en mi interior producto del fin de semana y la semana en sí que no me deja en paz, necesito exteriorizar todo lo que siento porque si no lo hago va a explotar y voy a implosionar.
Estoy en una etapa nueva que pensé jamás iba a llegar y sin embargo en cada momento siento que se vuelve mas fuerte y me reclama más y más atención, afinar cada movimiento, cada acción, cada pensamiento en pos de fortalecer el proceso de crecimiento que atravieso o mejor dicho, me atraviesa.
No me afloja la cabeza en ningún momento, estoy carburando a un nivel preocupante y no es para nada negativo, no es que me está dañando ni me pone psicológicamente inestable, por el contrario siento que me estabiliza mas que nunca.

Hay mucho que quisiera contar o escribir pero lamentablemente el blog se me fué un poco de las manos en materias de quien lo lee y hay cosas que ciertas personas es mejor que no lo sepan, hablando de roma llegamos a las 3800 visitas! lo cual es bizarro y me pone contento aunque me sigue sorprendiendo que haya gente que se tome la molestia de leer lo que tengo para escribir y escapa a mi razón el porqué lo hacen pero se los agradezco de corazón de todas formas.
Gracias por estar ahí anónimamente y leer lo que tengo para ofrecer, si de algo les sirve cuando veo subir las visitas en cada entrada, aparte de la curiosidad me invade un sentimiento de placer que no conocí jamás.

Lo que sí puedo contarles es algo que me enteré hace poco y francamente no me afecta, yo se que leerlo puede sonar a: "ay que desalmado!" pero viene con explicación, mi abuelo se está muriendo.
Hace como siete años que tiene un cáncer de próstata que se lo está comiendo de a poco y parece que finalmente le llegó la hora.
No tengo ni jamás tuve una relación con mis abuelos maternos, la realidad es que los dejé de ver muy chico y si sumo todos los años que nos vimos habrán sido aproximadamente 10 o 12 y si tengo que calcular cuántos de esos años estuve consciente (ya que hasta los 3-4 años no lo podría contar) serán cosa de 7 u 8 de los cuales seriamente no tuve una relación de "afecto" con ellos, los quería porque eran mis abuelos pero no hicieron mucho tampoco como para que uno los siga queriendo o quiera mantenerse en contacto.
Además de la historia de violencia que ha sufrido mi madre toda su vida por causa de ellos y el resto de la familia, no son las personas mas agradables que pisaron la faz de la tierra, probablemente mi abuela menos y es el motivo principal por el cual mi abuelo está como está pero pienso que todos en ésta vida tomamos nuestras decisiones y asumimos los riesgos y las responsabilidades que corresponden, asíque nadie está libre de culpas.
Sacando todo ésto que poco me afecta y nada tiene que ver con nada, lo que sí me hace pensar es precisamente en el tema de las decisiones que uno toma en la vida y como la gente parece SOLAMENTE al final del trayecto ponerse a hacer un balance, como si enfrentar la muerte "de repente" les hiciera poner en equilibrio todo lo que decidieron y calificarlo de bueno o malo, enorgullecerse, arrepentirse, etcs...
Pero vayamos a un plano un poco menos drástico, no pongamos el ejemplo de morir, hay gente que solo hace un balance cuando se le acaba la arena en el reloj, cuando entran en efecto las consecuencias de sus acciones parece que solo ahí comienza el proceso de evaluación de si fue o no una buena elección.
¿Acaso no deberían hacer el balance antes de elegir? 
¿Acaso lo normal no es sospesar todas las posibilidades y tratar de calcular todas las variantes y los desenlaces posibles para saber como enfrentarlos una vez llegados?
Porque incluso si tu linea de pensamiento es: "Yo hago lo que pinta y me banco la que venga." una vez que llega si te sobrepasa deberías aceptarlo como una de esas posibilidades "que venían" y si podes manejarlo deberías tomártelo con la mayor felicidad posible de que no se te fue de las manos...

Para poner un ejemplo yo no dejé de militar porque sí, calculé todo lo que podía pasar y hasta hice planes para lo incalculable y tan mal no me fue porque empiezo a ver ahora el resultado de dicha decisión y no me arrepiento para nada.
Mientras escribo ésto sé muy bien lo que tengo planeado a futuro para con la militancia y me alegra haber abandonado esa costumbre de dejarme sobrepasar por las cosas desesperando y sin saber que hacer, dependiendo de mi psicólogo o una oreja externa para poder calmarme.
Hace muy poco tuve una idea, después de ver a una amiga entrar en pleno ataque de pánico cuando le robaron la billetera.
Entrar en pánico, desesperarse, nos hace perder el foco de las cosas, no podemos pensar con propiedad, no podemos priorizar, nos inutiliza de una manera bastante fuerte porque no sabemos QUE hacer. Por ende se me ocurrió que cuando entras en un ataque de pánico o desesperación y no sabes que hacer, LO PRIMERO QUE TENES QUE HACER ES CALMARTE. Ya está, ¿No sabes que hacer? primero calmate, eses es el primer paso y el mas esencial, después calmado te fijás que podes hacer.
Así, a mi manera, encontré la solución a un problema pequeño que a veces parece enorme y se me ocurrió que no sólo sirve para los ataques de pánico si no para todo en general, LA PRIMERA SOLUCIÓN INMEDIATA es calmarse y pensar con propiedad, todos los esfuerzos tienen que estar avocados a eso porque incluso si no le terminamos por encontrar ninguna solución al problema, al menos no estamos alterados y como digo siempre, si un problema no tiene solución entonces no es un problema! Es una realidad y punto, los problemas tienen todos solución el resto no son problemas, son otras cosas.
¿Querés comer? Solución, buscá comida.
¿No tenés plata? Solución, pedí prestado.
¿Estás en un descampado a las 2 de la mañana y sin un alma cerca? Cagate de hambre hasta llegar a donde puedas comer o conseguir dinero o morite de inanición, otra no te queda, problema solucionado.

Todo sobre lo cual uno puede decidir, debería ser decidido siguiendo éste criterio:

Calma, analizar las posibilidades que uno tiene, tratar de cubrir con la mayor certeza posible las consecuencias de lo que decidamos hacer, hacerlo, enfrentar los resultados.

Todo el resto es humo.

Necesitaba escribir para aflojar un toque la manija zarpada que me carcomía, ahora me siento como todo flojo y un toque anestesiado, como que me saqué un peso de encima.
No porque haya escrito algo zarpado ni super cargado de contenido sino porque necesitaba un descargue de la mejor forma en la que sé hacerlo, escribiendo.
Catarsis, catarsis, catarsis.
Antes escribía cosas re violentas o emocionales para descargar, ahora eso lo saco por la vía mas sana posible, escribo sobre cosas mas productivas para agotar el exceso de energía y no daño la psiquis de nadie.
Necesito que ya sea viernes y arranque nuevamente el fin de semana para poder salir en serio a agotar energías, alcoholizarme y verme con gente de esa que me hace muy muy bien.
No los aburro mas gente bonita, no estamos leyendo!


Adieu!!


M.C.

No hay comentarios:

Publicar un comentario